Cristiano amigo ¿Te sientes solo?

«…SOMOS MIEMBROS LOS UNOS DE LOS OTROS» (Efesios 4:25)

En el primer capítulo de Génesis, antes de la creación de Adán, leemos: «…Y vio Dios que era bueno»; es decir, hasta que creó al primer hombre (Génesis 1:12). Porque luego Dios afirma: «…No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él» (Génesis 2:18). Adán gozaba de una hermosa relación con Dios, pero puesto que carecía de compañía humana, Dios dijo que eso no era bueno. Dios nos ha creado con dos vacíos: uno es el vacío que solo Él puede llenar; el otro, es el que solamente las personas adecuadas pueden llenar. Y ninguno de esos dos vacíos puede colmarse con trabajo, casas, coches o dinero. ¿Qué hacer, entoncesí

1) Ten los ojos abiertos. En la actualidad, una de cada cinco relaciones amorosas tiene lugar en Internet. Hay un peligro intrínseco en ese medio, dado que puedes asumir la identidad que quieras y no ser conocido ni amado por la persona que eres en realidad. Además, la soledad te puede cegar respecto a tus verdaderas necesidades o a las deficiencias de carácter de la otra persona.

2) Ora al respecto. Cuando Abraham envió a su criado Eliezer a buscarle una esposa a Isaac, el siervo oró: «…Señor… te ruego que hoy me vaya bien…» (Génesis 24:12 NVI). Y Dios lo escuchó. Isaac y Rebeca fueron los protagonistas de una de las historias de amor más hermosas de la Biblia.

3) Sal de ti mismo y acércate a otros. Para ello, tal vez tengas que derribar esas barreras detrás de las que te escondes y empezar a edificar puentes. Dice la Palabra: «Que nadie se preocupe únicamente por sus propios intereses, sino también por los de los demás» (Filipenses 2:4 CST). No existen las relaciones perfectas, ni las que están libres de riesgo. Sin embargo, al satisfacer la necesidad de alguien y darte a ti mismo, vencerás la soledad y descubrirás una nueva alegría de vivir.