Dios Es Tu Ayuda Siempre

«Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.» Salmo 46:1 (NVI)

Estamos remodelando nuestra casa, para que Miri pueda tener su consultorio en casa y para tener algo más de comodidad. Lo que se escribe en una frase representa un terrible movimiento de muebles, incomodidad, polvo y molestias que se aguanta viendo el potencial al que esperamos alcanzar. Solo aquel que vivió en una obra sabe lo difícil que es. Yo no tenía idea cuando comenzamos con esto hace algunos meses. Y hoy puedo dar fe que lo que me dijeron, ¡¡era verdad!!

Tenemos la casa sin paredes y sin techo. Como iniciamos la obra en verano, el frío no molesta. Pero cada vez que llueve, se inunda todo porque no hay nada que detenga la lluvia. En medio de tanta incomodidad y falta de espacio encontramos paz cuando nos acostamos. Y a pesar de las dificultades diarias, nos alienta saber que cuando acabe la obra, vamos a estar mucho mejor que antes. Eso nos ayuda a aguantar.

Mientras miraba el avance de la obra y como de a poco se va cerrando y acondicionando el casco de mi casa, me acordé de este texto. Dios no tiene agujeros en su protección, Dios no filtra, Dios no llueve, ni se vuela. Dios es nuestra fortaleza.

Es fácil desalentarse mirando la situación desagradable que nos toca vivir. Mucho más si comparamos con nuestros vecinos a los que siempre las va bien. Somos tentados como Asaf de quejarnos contra Dios por la prosperidad de los malos, y la ajustada realidad que no toca a veces a los hijos de Dios. Me pasa de tener esta dualidad de pensamiento.

Y cuando esto me sucede, recurro a este texto. Para cualquier mal de la vida, Dios es amparo. Para cualquier crisis del alma, Dios es fortaleza. Es un castillo eterno, fundado sobre la Roca que es Jesucristo, firme, segura, eterna, permanente, constante que siempre protege.

Dios no desaparece en los problemas, ni está lejos cuando sufrimos. Él sigue siendo el mismo y siempre está en el mismo lugar. Su promesa es fiel, es el refugio en tiempo de angustia y el sostén para el ánimo decaído. Dios no es una casa en remodelación con agujeros por todos lados. Dios es un fortaleza firme y segura.

REFLEXIÓN – Dios es tu ayuda.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany