Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres respondieron Pedro y los demás apóstoles.Hechos 5:29 (NVI)

En estos días estuve pensando en mi buena fortuna. Podría haber nacido en la edad media, o en una tribu en el Amazonas. Podría haber nacido en los tiempos de la iglesia primitiva o en la Rusia comunista. Pero gracias a Dios, nací en América en el siglo XX.

Un país que tiene libertad de expresión y de religión. Puedo ir a la iglesia con la Biblia debajo del brazo. Puedo escribir en internet sobre Dios sin censura.

El domingo puedo predicar en mi iglesia sin temor a una represión por parte de la policía, sin tener que esconder lo que creo.

Hay países donde hoy, en pleno siglo XXI, ser cristiano se paga con la discriminación, la falta de trabajo, la persecución, la tortura y hasta la muerte.

Parece difícil comprender esta realidad en Buenos Aires, donde a nadie le importa lo que creo. Pero está pasando.

Y pensaba, ¿Cómo sería mi fe si tuviera que pagarla con la persecución, si eso implica perder mi trabajo, si me encerraran y me torturaran, si me golpearan o me rompieran los huesos, o si estuviera amenazado de muerte por predicar el evangelio? ¿Seguiría siendo cristiano? ¿Seguiría asistiendo a la iglesia? ¿Abandonaría la fe?

Mientras pensaba en esto, volvía a leer este pasaje. Los hombres que están diciendo esto, son los mismos que habían abandonado a Jesucristo en el huerto de Getsemaní antes de su crucifixión.

Habían pasado apenas algunos meses de ese evento. Y los mismos hombres que habían salido corriendo, hoy se paran y dicen con claridad: No retrocedemos, ratificamos lo que creemos.

No me importan las consecuencias, las amenazas o la tortura. Yo sigo a Cristo. Lo decían frente a los mismos hombres que habían armado y encubierto el juicio falso y la crucifixión de Cristo.

¿Qué podría impedir que hicieran lo mismo ahora?

Sin embargo, los apóstoles se mantuvieron firmes al afirmar que era necesario obedecer a Dios antes que a los hombres, la presión era mucha, pero lo hicieron.

¿Qué hace a un hombre cambiar tanto en tan poco tiempo? ¿Qué lo hace ser valiente en lugar de uno más del montón?

No hay respuestas complicadas: solamente el amor a Jesucristo. Esa es la única diferencia entre un cristiano occidental que vive su vida cristiana mediocre y sin compromiso con los apóstoles o los mártires de oriente del siglo XXI

REFLEXIÓN – ¿Cuál sería tu respuesta?

Un gran abrazo y bendiciones

Dany