«VESTÍOS… DE ENTRAÑABLE MISERICORDIA, DE BONDAD, DE HUMILDAD, DE MANSEDUMBRE, DE PACIENCIA» (Colosenses 3:12)
3 Claves para mantener tu puesto de trabajo, y ser promovido – Parte 3
Tener éxito en el trabajo requiere:
1) Empatía: Sé siempre considerado con las situaciones, los sentimientos, las necesidades y las percepciones de los demás. Trata de ponerte en su lugar. Al hacerlo, potenciarás su motivación, mejorarás el ambiente laboral y se incrementarán los niveles de productividad. «Vestíos… de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia» (Colosenses 3:12). Tienes que «ir vestido» de esas cualidades cuando vayas al trabajo todos los días.
2) Flexibilidad. Es la capacidad de adaptarse, amoldarse y avanzar. Cuando la empresa pasa por dificultades financieras y tiene que reducir personal, los empleados rígidos y reacios al cambio suelen ser los primeros en ser despedidos. Aprende a «capear el temporal». Eso mismo hizo el apóstol Pablo. «…He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación… Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:11-13). Cuando soplan vientos de cambio, las personas flexibles se doblan pero no se rompen; y en su momento se levantarán y hasta serán ascendidas.
3) Humor. Empieza a verte a ti mismo y al mundo que te rodea con gozo. No te tomes demasiado en serio; busca el humor que subyace en las situaciones de la vida y lo encontrarás. Las personas propensas al decaimiento deprimen a los que les rodean. La Palabra de Dios dice: «El corazón alegre es una buena medicina» (Proverbios 17:22). El buen sentido del humor favorece la marcha de las cosas y hace que el ambiente laboral sea mejor para todos.
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