«SOBRELLEVAD LOS UNOS LAS CARGAS DE LOS OTROS…» (Gálatas 6:2)

Sé tú ese «alguien» que la gente necesita

¿A quién acudirías si de repente descubres que tu hija soltera está embarazada y no quiere hacerte caso? ¿O si tu padre o tu madre se convierte en alcohólico? ¿O te han echado del trabajo por culpa tuya? ¿O te has metido en una aventura amorosa? ¿O estás en un hoyo financiero del que no puedes salir?

Es fácil encontrar lugares para encontrarse con otros, orar, cantar y escuchar sermones dados desde grandes púlpitos de madera. No me entiendas mal, asistir a la iglesia es muy importante. Y «la verdad» es lo único que te hará libre (Ver Juan 8:32). Pero a veces lo que la gente necesita realmente es: un lugar para llorar…, una persona que se preocupe…, alguien que le cure las heridas… y unos pocos amigos que no lo van a divulgar por toda la congregación.

Bill Riley dirige el programa «Vencedores» en una de las iglesias más grandes de Atlanta. A lo largo de los últimos diez años han ayudado a más de quince mil personas con problemas de adicción. Para algunos, la liberación viene pronto. Pero la mayoría tiene que «asimilarla» día a día, usando principios del tiempo de los grupos de oración de John Wesley, tales como:

(1) admitir que tú solo no puedes hacer nada para solucionar el problema

(2) entregar tu vida y tu voluntad a Dios

(3) practicar honestidad rigurosa

(4) dar cuentas a alguien

(5) rectificar donde sea posible

(6) desarrollar tu relación con Dios

(7) llevar el mensaje a otros que sufren 

Cuando alguien cae, necesita dos cosas:

(a) un lugar seguro

(b) alguien que lo levante. ¡Por amor al Señor, sé tú ese «alguien»!