«PORQUE LOS QUE MENOSPRECIARON EL DÍA DE LAS PEQUE-ÑECES…» (Zacarías 4:10)

No Menosprecies el día de las pequeñeces

Aunque se había criado en la iglesia, era un ignorante espiritual. Cuando se fue a Boston para hacer fortuna, empezó a asistir a una iglesia donde se predicaba la Biblia. En abril de 1855 un maestro de la escuela dominical vino a la tienda donde trabajaba y lo llevó a Cristo. Un mes más tarde, cuando solicitó ser miembro de la iglesia, todo el mundo supo que no sabía nada de la Biblia. Uno de sus profesores de la escuela dominical escribió después: «Nunca me había encontrado con un candidato a la membresía con tan pocas posibilidades de ser un cristiano con principios claros y firmes, y mucho menos de poder ser de alguna utilidad a los demás».

Así que le pidieron que estudiara durante un año, lo cual hizo. Después, durante su entrevista con el comité de membresía, sus respuestas habían mejorado sólo un poco. Apenas sabía leer y escribir y se expresaba muy mal. ¡Pocos pensaron que Dios usaría a alguien como él alguna vez. ¡Pero se equivocaron!
Dios vio en el corazón de D.L. Moody la materia prima necesaria para hacerle portavoz de su Palabra, y un hombre que cambiaría las naciones.

Cada roble empezó siendo una bellota. Jesús empezó en un establo, pero no se quedó ahí. David tenía una honda, pero llegó a ser rey. José fue vendido como esclavo, pero llegó a ser Primer Ministro. ¿Por qué? Porque «…Dios estaba con él,… y le dio gracia y sabiduría…, …lo puso por gobernador sobre Egipto…» (Hechos 7:9b,10).

Aunque sea poco lo que tengas hoy, es suficiente para crear todo lo que vayas a necesitar en el futuro. Ponlo sólo en las manos de Dios y disponte a empezar conpoco.