«EN ESTO CONOCERÁN TODOS QUE SOIS MIS DISCÍPULOS, SI TUVIEREIS AMOR LOS UNOS CON LOS OTROS.» (Juan 13:35)

Las enseñanzas de un bar

Chuck Swindoll escribe: «En cierta ocasión, un marinero que aceptó a Cristo como su Salvador, me dijo: ‘Chuck, lo que todavía echo más de menos es la camaradería que tenía con los chicos en el bar. No la noto entre los creyentes que he conocido. Ya no encuentro un sitio para admitir mis faltas y charlar de mis dificultades, un sitio donde nadie me predique, me frunza las cejas, me cite un versículo o me ponga en evidencia.»

El ambiente que ofrece el bar del barrio es una alternativa atractiva para la iglesia. ¿Has visto alguna vez la película «Cheers»? Es una imitación; se sirve licor en vez de gracia y escape en vez de realidad. Pero allí se encuentra camaradería y aceptación indiscriminada, relajada y democrática. Les puedes contar tus secretos y normalmente no van a ser delatados. Tiene éxito, no porque los dueños sean alcohólicos, sino porque tenemos el deseo – dado por Dios – de conocer y ser conocido, de amar y ser amado; por eso buscamos estas cosas por el precio de unas cuantas cervezas.

Cristo quiere que su iglesia sea un lugar relajado y de compañerismo, donde la gente pueda venir y decir: ‘Estoy hecho polvo… No puedo más…’, ¡y encontrar las verdaderas respuestas! Ahora bien, antes de que me ataques por haber comparado tu iglesia con un bar, pregúntate:

(a) Si descubrieras que tu cónyuge te ha sido infiel, ¿a quién se lo contaríasí
(b) Si en la biopsia te detectaran un cáncer, ¿a quién acudiríasí
(c) Si te sintieras solo,¿a dónde iríasí».

Jesús dijo: «En esto conocerán todos que sois mis discípulos,si tuviereis amor los unos con los otros» (Juan 13:35). Amor no es lo
que dices, ¡sino lo que haces!