«ESFORZAOS TODOS VOSOTROS LOS QUE ESPERÁIS EN EL SEÑOR…» (Salmo 31:24)

Pelea un asalto más

Cuando le preguntaron al boxeador profesional James Corbett cómo se puede llegar a ser un campeón, contestó: «Peleando un asalto más».

¿Sabías que… (1) Somerset Maugham ganó sólo quinientos dólares durante sus diez primeros años como escritor, (2) Enrico Caruso, que era obrero en una fábrica, hizo estudios de voz durante doce años antes de conseguir su primera pequeña oportunidad, (3) Gershwin compuso cien melodías antes de vender una… por cinco dólares, (4) Zane Grey no vendió ni una sola novela durante sus primeros cinco años como escritor? Estudia la vida de quienes más admiras y descubrirás que pasaron años superando obstáculos, enfrentándose a los miedos más profundos, aprendiendo de fallos repetidos, y elevándose por encima de las predicciones de los que decían: «Nunca lo conseguirás».

Si estás buscando una fórmula bonita, sencilla e infalible para el éxito, ¡olvídalo! Éxito es sudor, visión y mancharse las manos; es disciplina, compromiso, y perspectiva a largo plazo. Es la persistente tenacidad de un Churchill emergiendo en las horas más oscuras de la Segunda Guerra Mundial para decir a la nación: «¿Cuál es nuestro objetivo? Puedo contestar con una palabra: ‘Victoria’… a cualquier precio, victoria… a pesar de todo el terror, victoria… por largo y duro que sea el camino, pues sin victoria no hay supervivencia».

No te desanimes si tu sueño no se ha realizado todavía. Sigue dedicándote a él. Ora cada día acerca de eso. Estudia y aprende. Crece con la experiencia. Sigue trabajando. La victoria siempre llega al hombre o a la mujer que está dispuesto/a a «pelear un asalto más».