«HACED TODO SIN MURMURACIONES…» (Filipenses 2:14)

Hablando el lenguaje de Dios la palabra de Fe – Parte 2

Si alguien te diera un dólar/euro cada vez que te quejes, y te quitara otro cada vez que mostrares agradecimiento, ¿serías rico o pobre? Quizá pienses: Si usted tuviera los problemas que yo tengo,¡también se quejaría! Recuerda: «Haced todo sin murmuraciones…» (Filipenses 2:14). Eso no es una sugerencia, ¡es una orden! ¿Que por qué? Porque cuanto más nos quejamos, peor nos va. Considera lo siguiente: Quejarte crea adicción. El ciclo funciona así: (a) Tienes un problema; (b) Te quejas y te estancas en él; (c) Satanás lo riega a menudo con: «¡Ay de mí!», y te quejas aun más (d) Acabas viviendo en una crisis constante.

Es tambíén destructivo. ¿Te sorprendería saber que Dios capta tus quejas… como crítica a su providencia? De hecho, cuando los israelitas se quejaron, Él los destruyó. Escucha: «Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron… Y estas cosas… están escritas para amonestarnos…» (1 Corintios 10:10,11).

¿No te parece que ya va siendo hora de revisar tu actitud? Puede enfermarte. Salomón dijo: «El corazón apacible es vida de la carne» (Proverbios 14: 30).

¿Cuántos quejicas «tranquilos y serenos» conocesí Puede arruinar tu futuro. Las personas que edifican sus vidas alrededor de problemas pasados nunca avanzan. Pablo escribe: «…olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante…» (Filipenses 3:13b). Nunca conectarás con el futuro hasta que no desconectes con el pasado. Por lo tanto, desde hoy, decídete a hacer «…todo sin murmuraciones…» (Filipenses 2:14).