¿Qué opinas sobre poner a tu hijos en una guardería para que la madre trabaje?

Las guarderías donde hay seguridad, limpieza y amor son imprescindibles en la cultura de hoy. Las necesitan en especial los millones de madres que se ven obligadas a trabajar por razones económicas. Son particularmente vitales para los numerosos padres y madres solteros que son los únicos que ganan el pan para su familia. Por consiguiente, no tenemos necesidad de poner en tela de juicio lo sabio que sea proporcionar centros bien supervisados para los niños cuyos padres y madres necesitan ayuda en su crianza. Ese debate está ya cerrado.

Lo que se puede discutir es si a los niños les va mejor en una guardería, o en su hogar con una mamá a tiempo completo. Personalmente (y hay quienes no están de acuerdo), no creo que haya arreglo alguno para los niños que pueda competir con una familia intacta, en la cual la madre cría a sus hijos y el padre también se halla muy involucrado en la vida de éstos. Al menos hay cuatro razones por la que esto es cierto.

La primera es que los niños prosperan y aprenden mejor cuando disfrutan de una relación directa y personal con los adultos, en lugar de formar parte de un grupo.

La segunda, que no es posible pagarle lo suficiente a una empleada de una guardería para que cuide de los niños como lo haría su propia madre. Los niños constituyen la pasión de su madre, y es algo que se nota.

La tercera, que las investigaciones verifican que los niños criados en su casa son más sanos que los que están en continuo contacto con las enfermedades, la tos y los estornudos de otros niños y niñas.

La cuarta, que hay mayores probabilidades de que se produzca una identificación entre padres e hijos cuando pasan juntos por los grandes momentos del desarrollo del niño. La familia debe estar presente cuando el niño da el primer paso, cuando dice la primera palabra, y cuando surgen los temores y las ansiedades. Por supuesto que hay quienes pueden sustituir a la madre en esos momentos especiales, pero se pierde algo muy valioso si es una sustituta la que los presencia.

En resumen: reconozco que hacen falta unas guarderías sanas en ciertas situaciones que las exigen, pero la vida en grupo no es lo mejor para los niños.

Por doctor James Dobson