«VÉ A LA HORMIGA… PREPARA EN EL VERANO SU COMIDA, Y RECOGE EN EL TIEMPO DE LA SIEGA SU MANTENIMIENTO» (Proverbios 6:6,8)

¿Has hecho planes para el futuro?

Tus años laborables son limitados; por tanto, no los desperdicies. ¡Muévete mientras puedes! Demasiados cristianos piensan que cualquier mención del dinero es «carnal», y acaban enredados en planificaciones pobres y espiritualidad equivocada. Ahora, la vejez y la falta de ingresos les han dejado colgados con facturas que no pueden pagar e hijos que no pueden cuidarse a sí mismos y mucho menos a sus padres ancianos. La pobreza es una cárcel silenciosa sin paredes ni cadenas; nos encierra sin opciones ni esperanza.

Salomón dice: «El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos» (Proverbios 13:22). No dejes que nadie te convenza de que Dios no quiere que tengas dinero. No es así; ¡lo que no quiere es que el dinero te tenga a ti! Él es planificador y proveedor y espera que tú lo seas también (Ver 1Timoteo 5:8). El Señor sólo puede bendecir tu plan si tienes uno. ¿Lo tienesí

Una enfermedad o un accidente puede agotar todo lo que tienes. Una lesión de larga duración puede cambiar tu vida tal como la conoces. Los empleos se acaban y las compañías cierran; la bolsa cae y las inversiones fracasan. Esto no significa que no debas hacer planes, invertir, o trabajar. No, sólo quiere decir que después de que hayas hecho todo lo que pide la sabiduría, ¡confíes únicamente en Dios! Él es aún tu Fuente, tu Protector, tu Apoyo, y el Dador de toda idea provechosa en ingresos que tengas jamás ( Filipenses 4:19). ¡Piensa en ello!

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filepenses 4:19)