«…TODO ESTO TE DARÉ…» (Mateo 4:9)

3 Formas en que la tentación nos ataca. Parte 3

3) El ataque de la cruz

Analicemos la tercera tentación de Jesús: «Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adoras» (Mateo 4:8-9). El ataque tercero de satanás tenía que ver con una vida sin cruz. Lo que en resumidas cuentas el diablo le estaba proponiendo a Jesús era: ‘No tienes que llevar la cruz. Póstrate delante de mí y podrás tenerlo todo’. Jesús le respondió: «Vete, Satanás…» (Mateo 4:10). Deshazte de toda enseñanza que insinúa que Dios es tu sirviente y está a tus órdenes. O que es como una máquina expendedora; no tienes más que poner unas monedas y sale lo que hayas pedido.

Escribe Pablo: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Gálatas 2:20). Claro que Dios ha prometido bendecirte; pero eso no significa que no vayas a ser nunca lastimado, o que nunca tengas que pasar necesidad, o que no te sientas traicionado por alguien y decepcionado. Jesús dijo: «…Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto» (Juan 12:24). ¿Has oído la expresión «muerto en vida»? Para hacer la voluntad de Dios, tienes que morir a tu propia voluntad a diario; al hacerlo, el Señor te llevará a un grado más alto de bendición.