«NO REMUEVAS LOS LINDEROS ANTIGUOS QUE PUSIERON TUS PADRES» (Proverbios 22:28)

En una reciente encuesta, el 70% de los entrevistados dijo que creía que «no hay nada absoluto cuando se trata del bien y del mal». ¡Afortunadamente, Dios no comparte su opinión! Escucha: «…retened lo bueno» (1 Tesalonicenses 5:21). Si no lo hacemos, puede esfumarse sin darnos cuenta. Escucha estas palabras desengañadoras:

«Hoy lamentamos la muerte de un viejo amigo: «el Sentido Común». Él dedicó su vida a servir en escuelas, hospitales e iglesias; ejecutaba sus trabajos sin fanfarria y necedad. Durante décadas las reglas tontas y los pleitos frívolos no le afectaron. Cultivó prácticas como compartir con los demás enseñar a los niños valores espirituales y vivir por tus propios medios. Sobrevivió a la Revolución Industrial y a la Gran Depresión, pero no pudo superar las calamidades del declive de la moral y los valores espirituales. Presenció como los líderes se corrompieron y la buena gente se volvió apática. Vio los Diez Mandamientos proscritos en los edificios públicos, la oración prohibida en las clases y los criminales gozando de más derechos que sus víctimas. Observó con desespero como a los profesores, que necesitaban aprobación paterna para administrar una aspirina a sus alumnos, no les era permitido decirles a los padres que su hija quiere abortar. Antes del Sentido, Común murieron «la Verdad, la Confianza», y «la Responsabilidad». Unos pocos estuvieron en «su funeral»; sólo algunos advirtieron su falta». «No remuevas los linderos antiguos» (Proverbios 22:28).

Dios los ha establecido para nuestra protección y guía. ¡Lucha por lo que es justo y espera ser criticado! Pablo dijo: «Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución» (2 Timoteo 3:12).

La oscuridad nunca ha sido amiga de la luz. «Vosotros sois la sal de la tierra» (Mateo 5:13), lo cual significa que somos «agentes preservadores». ¡Intenta recordar eso hoy!