«EL SEÑOR AL QUE AMA, DISCIPLINA» (Hebreos 12:6)

Eres amado pero también corregido por Dios

¿Dices que quieres cambiar? Bien, el cambio no puede ni comenzar hasta que primero entiendas que Dios te ama tal como eres; de otra manera seguirías intentando cambiarte a ti mismo en un intento inútil de ganarte su amor. El problema de esto es que tú ya tienes su amor, pero ¡sencillamente no lo sabes!

La mayoría de nosotros tiene miedo de que si nos aceptamos tal como somos, estaremos excusando todas las cosas que están mal en nosotros. ¡No es así! Escucha: «el Señor al que ama, disciplina» (Hebreos 12:6).Necesitas comprender que la corrección de Dios no es un rechazo, y su desaprobación de nuestros actos ¡no es una desaprobación de nosotros mismos! Es difícil confiar en alguien a menos que primero creas que te ama. Para crecer espiritualmente, debes aprender a confiar en Dios, porque a menudo Él tratará contigo para corregirte y te guiará de formas que no comprendas. Durante esos periodos debes agarrarte firmemente a la verdad de que Él te ama tanto en tus días malos como en tus días buenos. Pablo estaba convencido de que nada podía separarlo del amor de Dios (Ver Romanos 8:38,39); ¿lo estás tú? 

Escucha: «Yo reprendo y castigo a todos los que amo» (Apocalipsis 3:19). Una de las pruebas más firmes de que Dios te ama es el hecho de que Él te corrige. Como padres, solamente nosotros tenemos derecho a corregir a los nuestros. Si el Señor, pues, te ha estado corrigiendo últimamente, cobra ánimo, pues eso significa que:

(a) eres parte de la familia

(b) eres muy amado; y (c) ¡Él tiene grandes cosas guardadas para ti!