«…TE PUSE NOMBRE, MIO ERES TÚ » (Isaías 43:1b)

Cristiano tienes que saber quién eres

Necesitas conocer tu propia identidad para poder determinar lo que vas a hacer. No funcionará al revés, porque si pierdes las cosas que haces o no las haces, te sentirás como un don nadie. Pero entonces, ¿de dónde viene mi identidad?, te preguntarás. No viene por el permiso de conducir, ¡afortunadamente para la mayoría de nosotros!

Tampoco viene por el pasaporte; éste solamente muestra en qué países has estado. Igualmente no viene por las notas escolares, lo cual es bueno ¡porque muchos de nosotros aún estamos luchando con las malas notas que recibimos entonces!

No, viene de Dios; Él te la da antes de asignarte una tarea. Antes de hacerse grande Abram, Dios cambió su nombre a Abraham, lo cual significa: «Padre de muchas naciones» (Génesis 17). Gedeón era el menor en su familia, pero cuando el Señor le encomendó formar un ejército para vencer a Madián, Él le cambió la identidad y le dio una nueva auto-imagen: «El Señor está contigo, varón esforzado y valiente» (Jueces 6:12b). ¡Menudas credenciales!

Piensa en todos los famosos que conoces: atletas, artistas y oradores; cuando ya no pueden ejercer su profesión, caen en depresión, y a veces se suicidan. ¿Y tú? ¿Depende tu identidad solamente de lo que hacesí Si es así, es tiempo de buscar el rostro de Dios y descubrir quién eres realmente. Él dice: «… te puse nombre, Mío eres tú» (Isaías 43:1b). Esto quiere decir que cuando ya no puedas hacer lo que haces actualmente, seguirás siendo el que realmente ere ante los ojos de Dios. ¿Qué mejor cosa que ésta?