“ANTES SED BONDADOSOS UNOS CON OTROS, MISERICORDIOSOS, PERDONÁNDOOS UNOS A OTROS, COMO DIOS TAMBIÉN OS PERDONÓ A VOSOTROS EN CRISTO” (Efesios 4:32)

Los 2 lados del perdón en la Biblia

Henri Nouwen escribió: “Todos hemos sido heridos. ¿Quién nos hiere?

Aquellos a los que amamos y aquellos que nos aman. Cuando nos sentimos rechazados, abusados, manipulados o utilizados, es normalmente por personas cercanas a nosotros como: nuestros padres, nuestros amigos, nuestro/a esposo/a, nuestros hijos, nuestros profesores, nuestros pastores. Por esta razón es tan difícil perdonar. ¡Nuestros corazones están heridos! ‘Confiaba en ti; creía tener tu apoyo, y cuando te he necesitado me has fallado’, exclamamos. ‘¿Cómo voy a poder perdonarte alguna vez por lo que me has hecho?’. Para nosotros, el perdón parece imposible, ¡pero nada es imposible con Dios! El Dios que vive dentro de nosotros nos dará la gracia para ir más allá de nuestro ser herido y decir: “Te perdono, en el Nombre de Cristo”.

Pero recuerda, hay dos lados en el perdón: darlo y aceptarlo. A menudo no somos capaces de perdonar… ¡porque nosotros mismos no hemos recibido el perdón completamente! Sólo cuando hayamos experimentado el gozo del perdón, podremos encontrar la motivación interior para ofrecerlo.

¿Por qué es tan difícil aceptar el perdón? Porque es difícil de reconocer que: “Sin tu perdón, continúo afectado por lo que pasó entre nosotros. Te necesito para que me ayudes a recibir la libertad y a llegar a estar bien otra vez”. Eso no sólo requiere una confesión de que hemos sido heridos, sino también la humildad de admitir nuestra dependencia de la misma persona que nos hizo daño. Sin embargo, ¡sólo cuando somos capaces de recibir el perdón, podemos realmente ofrecerlo a los demás!