«…EN SEGUIDA… DEJANDO A… LO SIGUIERON» (Marcos 1:20)

¡Cristiano, Deja tu zona de comodidad!

Estás sólo a un paso de obediencia de la próxima verdad que Dios quiere que aprendas acerca de Él. Por eso, no te puedes permitir quedarte donde estás. Todos tenemos una tendencia a aferrarnos a lo familiar, a encontrar nuestra zona de comodidad y asentarnos en ella. El problema es que cuando no nos desarrollamos
más, empezamos a «encoger», nos hacemos complacientes, pensamos que podemos manejar las situaciones por nosotros mismos, y dejamos de crecer. Y ese es un lugar peligroso para estar.

Por tanto, si no tienes sosiego hoy y sientes como si hubiera más que aquello con lo que te habías conformado, puede ser el momento de considerar enfrentarte a algunos temores antiguos, y caminar por medio de ellos hacia algunas nuevas experiencias, nuevas relaciones y nuevas oportunidades.

Cuando Jesús llamó a Santiago y Juan, estaban «en su salsa» haciendo lo que era normal – reparando sus redes. Pero no podían quedarse allí y al mismo tiempo seguirle. ¡Tú tampoco podrás! La Biblia dice: «…en seguida los llamó… dejando a… lo siguieron» (Marcos 1:20). Tuvieron que dejar lo familiar para poder cumplir su destino. Y por si acaso piensas que tú eres demasiado viejo para intentar algo nuevo, recuerda que Abraham tenía 75 años cuando descubrió su destino. Timoteo, por el contrario, tenía sólo 17 años. El tema no es la edad, sino ¡la disponibilidad! Hace falta «agallas» para dejar lo conocido, especialmente cuando lo conocido te ha premiado con un estilo de vida confortable. Pero si quieres experimentar a Dios en una dimensión más profunda, la que te ayudará a desarrollarte, tienes que estar listo para dejar tu zona de comodidad y seguirle a Él. ¿Estás dispuesto?