¡Cristiano sigue siendo enseñable!
“…TENÉIS NECESIDAD DE QUE SE OS VUELVA A ENSEÑAR… LOS PRIMEROS RUDIMENTOS…” (Hebreos 5:12b)
Casi todo el mundo reconoce al hombrecito de pequeño bigote negro, con un bastón en la mano, unos pantalones anchos, zapatones y un sombrero de copa. De hecho, en los años 1920, Charlie Chaplin era la persona más famosa del planeta. Nació pobre, trabajó en el teatro para ganarse la vida y a los 17 años ya era un actor veterano. En 1918, hizo algo hasta entonces inaudito: con 29 años, ¡firmó el primer contrato millonario ($) de la industria cinematográfica!
Pero Charlie no sólo tuvo éxito por tener talento y ambición, sino porque también era enseñable. Siguió aprendiendo y perfeccionando su talento. Aun cuando estaba en la cúspide de su popularidad, el artista mejor pagado del mundo no se durmió en los laureles. No, decía:
“Cuando veo alguna de mis películas, me fijo en lo que no hace reír a la audiencia. Si el público en varias ocasiones no ríe al ver cierta escena, la analizo minuciosamente y trato de descubrir el problema. Por otra parte, si oigo risas que no me esperaba, me pregunto por qué esa cosa en particular les llamaba la atención a los espectadores”.
Cuando Charlie llegó a ser famoso, si hubiera cambiado el ser enseñable por la arrogancia, seguramente pronto habría sido olvidado. Pero no lo hizo. Por el contrario, recordó sus principios fundamentales y siempre siguió aprendiendo. Con el tiempo, fue cofundador de United Artists, una empresa que todavía existe hoy en día.
Escucha: “…tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar… los primeros rudimentos…” (Hebreos 5:12b). En el Reino de Dios no hay lugar para “los sabelotodos”. Cuando te mantienes enseñable, ¡Dios puede usarte! Así pues, ¿en qué necesitas esforzarte para aprender hoy?
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.