Dando fruto como Dios manda

“…TE BENDECIRE… Y SERÁS BENDICIÓN” (Génesis 12:2b)

Al momento de encontrarnos satisfechos con cierto nivel espiritual de productividad, Dios toma “sus tijeras” y comienza a “podar” cosas que nos gustaría retener – ¡y eso duele! El problema consiste en que nos conformamos con menos de lo que Dios quiere para nosotros, así que Él nos dice: “Este nivel de bendición no está mal, pero no es nada comparado con el plano al que quiero llevarte. No te acomodes demasiado en esto, te estoy llevando al siguiente nivel”.

La Biblia dice: “Por el Señor son ordenados los pasos del hombre…” (Sal. 37:23). No te quedes en “un peldaño” en particular; cada “peldaño” está diseñado exclusivamente para llevarte al siguiente nivel. Jesús dijo: “…Yo os elegí a vosotros… para que… llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca…” (Juan 15:16b). ¡Logro permanente! ¡Impacto continuo! Padres, Dios no os dio a vuestros hijos para que el enemigo se los gane. Pablo dijo que la fe que veía en el joven Timoteo, la había visto primeramente en su madre y en su abuela, ambas casadas con incrédulos. ¿Cómo fueron capaces de realizar esto? Permanecieron unidas a la Vid y progresaron a pesar de su entorno hostil. ¡Tú puedes hacerlo también!

¿Estás en el mundo de los negociosí Dios bendecirá tu negocio para que puedas hacer su negocio: alcanzar a un mundo perdido. No hay escasez en los recursos, sólo que éstos deben llegar a las manos de aquellos en los que el Señor puede confiar. ¿Por qué es tan importante ser productivo?

Porque otros que desean llevar fruto en su vida nos están observando. Por eso, ora así: “Bendíceme Señor, para que pueda ser de bendición a otros”.