Cristiano eres elegido según la Biblia – Parte 1

“NO ME ELEGISTEIS VOSOTROS A MÍ, SINO QUE YO OS ELEGÍ A VOSOTROS…” (Juan 15:16)

Es muy importante cómo comienzas una relación; las partes necesitan sentirse seguras para que todo vaya bien. Por ejemplo, cuando te invitan a cenar a una casa, es razonable esperar que se cumplan ciertas obligaciones sociales. Como tú eres el invitado, no hace falta que te preguntes si vas a ser bienvenido o si va a haber suficiente comida, o si habrá un sitio en la mesa para ti. Esas son cosas que te podría preocupar si apareces sin haber sido invitado. Con todo, ¡saber que has
sido “elegido” te da confianza! Significa que eres aceptado; no necesitas hacer nada ni hacer “una campaña publicitaria” para ser elegido. Así es como funciona con Dios. Él dijo: “No me elegisteis vosotros a Mí, sino que Yo os elegí a vosotros…” (Juan 15:16). Si piensas que dirigirte al altar de una iglesia para convertirte en cristiano significa que tú elegiste al Señor, ¡piénsalo de nuevo! Él te eligió a ti, porque quiere bendecirte, ¡y bendecir a otros a través de ti!

Pero no todas las bendiciones de Dios son cosas de las que te alegras al principio. Él Señor habla de bendiciones “…hasta que sobreabunde[n]” (Malaquías 3:10b). A veces sus bendiciones son tan enormes que cuando Él empieza a derramarlas sobre ti, piensas: ‘¡Querido Señor, no estoy seguro de que pueda manejar esto!’, y estarías en lo cierto si tú hubieras sido el que inició la relación. Pero recuerda que tú no le elegiste a Él, sino Él a ti, y para el que Él escoge, ¡Él provee! Todo lo que tienes que hacer es permanecer abierto y obediente a Él.

Escucha:“…presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia” (Romanos 6:13b).

“…PARA REDIMIR… A FIN DE QUE RECIBIÉRAMOS LA ADOPCIÓN DE HIJOS” (Gálatas 4:5)

La gente, a menudo, tiene que hacer ajustes en su estilo de vida para adecuarla a un embarazo inesperado y criar a un hijo no “planeado”, ¡pero nadie adopta a alguien “por accidente”! Piensa: aún conociendo de antemano todas tus debilidades, errores y luchas, ¡Dios te eligió de todas formas! Escucha: “…para redimir… a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Así que ya no eres esclavo, sino hijo… heredero de Dios…” (Gálatas 4:5,7).

¿Te das cuenta bajo qué tremenda gracia estásí Nunca tendrás que preguntarte si está bien que te acerques a tu Padre. Él está siempre preparado para darte la bienvenida. Él tiene un lugar reservado en su mesa especialmente para ti. David dijo: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores…” (Salmo 23:5). Cuando eres elegido, es como si tuvieras una tarjeta oro o platino – tienes tratamiento privilegiado. Sin embargo, esto no significa que tienes permiso para vivir como quieras. Muchos de nosotros somos como el niño que oraba: “Señor, haz de mí un buen chico, pero si no puedes, no te preocupes, ¡lo paso estupendo tal y como soy!”. Recuerda: “…el Señor al que ama, disciplina” (Hebreos 12:6). Dios no te escogió basándose en tus virtudes y facultades, o porque tenías talento, atractivo o inteligencia. No, Él te eligió porque te ama y porque tiene un plan muy especial para tu vida (ver Jeremías 29:11).

La mejor parte es que Él te va a fortalecer y equipar para que lo consigas. Escucha: “…todo fue creado por medio de Él y para Él” (Colosenses 1:16b). De manera que, ¿crees que Dios te eligió a ti? ¡Entonces empieza a actuar en consecuencia!