La Navidad Cristiana: Deja que Dios te utilice

“…MARÍA DIJO: ‘…HÁGASE CONMIGO CONFORME A TU PALABRA’” (Lucas 1:38)

Cuando Dios dijo a María que ella sería la que daría a luz al Mesías Salvador, ella se preguntó cómo podía ser aquello posible. Tal vez el Señor te haya dicho algunas cosas que quiere hacer a través de ti, pero tú estás centrado en tus propias limitaciones y preguntando:

“¿Cómo será esto?…” (Lucas 1:34b). Le dices a Dios: “No tengo la formación, la experiencia, la aptitud o los contactos precisos, y no tengo, en absoluto, las fuerzas necesarias para hacerlo solo”. Como María, sólo estás pensando en lo natural; debes contar con la ayuda de Alguien para conseguirlo.

Si te has estado preguntando cómo el Señor va a hacer que ciertas cosas sucedan en tu vida, recuerda que Él llevará a cabo la tarea. Ningún hombre va a recibir el mérito de tu liberación. El ángel Gabriel dijo a María: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti…” (versículo 35).

El Espíritu Santo te puede impregnar con una visión, inspirarte con ideas creativas, presentarte a las personas necesarias y capacitarte para hacer el trabajo. Dios tenía un plan especial para María, y Él también tiene uno para ti. No tienes el privilegio de ver el futuro, ni tampoco sabes todo lo que Él tiene guardado para ti, pero Él tiene un designio. Después de que el ángel hablara con María, ¿sabes lo que ella dijo? “…hágase conmigo conforme a tu palabra” (versículo 38b). No de acuerdo a mi estado civil, mi profesión, mi economía o a lo que merezco. No, “…hágase… conforme a tu palabra”. ¿Era fácil de hacer? No, porque ella estaba asumiendo un gran riesgo. En aquellos tiempos, estar embarazada sin tener un marido le trajo unas consecuencias horrendas, y no obstante, ella se ofreció voluntariamente al Señor, y los resultados fueron verdaderamente milagrosos.