Reflexiones Cristianas – Él lo dijo – para que tú nunca tengas que hacerlo

«…DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO?» (Mateo 27:46b)

¿Cómo te sentirías si tuvieras que estar ante un tribunal para mirar un vídeo de cada pecado que hayas cometido?: los arrebatos de ira, motivos egoístas, actitudes críticas, intenciones celosas, y las adicciones secretas. Probablemente te quisieras esconder bajo la Tierra. Bien, Jesús soportó algo mucho peor. La Biblia dice que Él «…llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia» (1Pedro 2:24).

Ahora bien, ya es bastante terrible tener que morir por pecados que nunca cometimos, pero ¿puedes imaginarte lo que es ser abandonado por Diosí ¡Abandonado! Es la misma palabra que Pablo usó cuando escribió: «…Demas me ha desamparado…, y se ha ido…» (2 Timoteo 4:10). Pablo buscaba a Demas pero no lo pudo encontrar; Jesús buscó a su Padre y tampoco pudo encontrarlo.

Entonces, ¿estaba David equivocado cuando escribió: «…no he visto justo desamparado…» (Salmo 37:25b)? No, porque en ese momento, Jesús era todo menos justo. Cuando le miras en la Cruz, estás viendo al chismoso, al mentiroso, al engañador, al borracho, al adicto a la pornografía, al que abusa de los niños y al asesino. ¿Te molesta ver su Nombre relacionado con aquellas personasí Pues bien, ¡Jesús hizo aun más que eso!: Él se puso en su lugar – ¡y también en el tuyo! En una maniobra que quebró el corazón de Dios, Él derramó todo su justo juicio sobre su único Hijo. Así que, cuando Jesús clamó desde la Cruz: «…Dios mío, ¿por qué me has desamparado?» (Mateo 27:46b), lo dijo – para que tú nunca tengas que hacerlo.