Cuatro formas  de cómo actúa el amor Bíblico

«EL AMOR… NO ES JACTANCIOSO… NO BUSCA LO SUYO, NO SE IRRITA, NO GUARDA RENCOR…» (1 Corintios 13:4b,5b)

¿En qué momento debería confrontar a alguien? Sólo cuando hayas respondido a estas preguntas:

(a) ¿Es un asunto crucial? Si tiene que ver con un error doctrinal importante, infidelidad matrimonial, un delito, un comportamiento abusivo o una situación que podría hacer daño, entonces es un asunto crucial, y debes involucrarte.

(b) ¿Es algo crónico? Si observas que la misma cosa se repite una y otra vez, no es necesario que sea grande para que tu amor se ponga «en marcha».

(c) ¿Cuán cerca estás de la situación? Si ves a un conocido casual comprar algo que es insensato, probablemente no sea asunto tuyo. Pero si alguien cercano a ti lo hace, es tanto apropiado como muestra de amor decirle: «No nos podemos permitir esto. A la larga nos va a traer problemas».

Estás son las 4 Maneras de como el amor actúa:

(1) «…no es jactancioso…» (1 Corintios 13:4b,5).

No usa el método de «abre-bien-la-boca-que-te-voy-a-meter-esto-por-el-cuello».

(2) «…no busca lo suyo…» (1 Corintios 13:5b).

El amor se olvida de la necesidad de ser aceptado y se asegura de que lo que la otra persona ha oído, haya sido «filtrado» sólo por la bondad. Se niega a que te marches sin haber dicho toda la verdad.

(3) «…no se irrita…» (1 Corintios 13:5b).

Cuando confrontas a alguien en amor, no te alteres si recibes una respuesta enojada como: «¿Pero quién eres tú para…?».

(4) «…no guarda rencor…» (1 Corintios 13:5b).

Cuando hayas sido herido, es sumamente importante que trates la herida y te sobrepongas a ella. Sólo entonces podrás confrontar a alguien para su bien. Esto es amor en acción – ¡y es poderoso!