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Nos es muy grato saludarles en el precioso nombre de aquel que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros. Nuestro deseo es que el Señor les esté bendiciendo ricamente en su servicio.

Hace poco leía vez tras vez el libro de Amós. Me emocionaba cada vez que llegué al capítulo 7 donde se relata el encuentro entre el sacerdote Amasías y el profeta. Amós había viajado desde Judá hasta Bet-el para denunciar la injusticia e hipocresía religiosa de Israel. Después de consultar con el rey, Amasías llegó a Bet-el para amenazarle al profeta e instarle a dejar de profetizar y regresarse a su tierra.

Lo que me fascina del relato es la respuesta del profeta a las amenazas del sacerdote. ?No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Vé y profetiza a mi pueblo Israel? (Amós 7:14-15). En nuestros días se puede parafrasear su respuesta así: No soy pastor/obrero/ministro profesional y mi padre tampoco lo fue. Más bien, soy hombre común y corriente que realizo mi trabajo ?secular? y Dios me ha llamado para servirle. O en otras palabras: No soy del clero, sino laico. O aun: No poseo las credenciales académicas, pero, a pesar de ello, Dios me ha llamado a servirle.

Hay por lo menos dos cosas que podemos aprender de esta respuesta de Amós. (1) En la obra del Señor, hay lugar para pastores/obreros/ministros profesionales que han tenido el privilegio de prepararse para servir. (2) El Señor también ocupa hermanos comunes y corrientes para realizar su obra. No es necesario que uno sea entrenado en un instituto bíblico o seminario para poder servir. Sospecho que Pablo tenía en mente los segundos cuando exhortó a Timoteo, ?Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otrosí (2 Timoteo 2:2).

Alabo al Señor por todos los pastores/obreros/ministros, sean profesionales o laicos, que se dedican a adiestrar a hombres fieles. Admiro especialmente a los miles de obreros laicos que Dios ha llamado a servirle hasta que alcancemos al mundo con el glorioso evangelio de Cristo.