En todo tiempo adora a Dios

Cuando los hijos de Dios se juntan, se crea el ambiente propicio para danzar, alabar o adorar al Padre celestial; pero el resto de nuestras vidas no transcurre en templo y nuestras obligaciones nos llevan por distintos lugares, generalmente de oscuridad y sequía espiritual, así es el mundo que nos rodea y es ahí donde la luz del mundo debe resplandecer, aunque el enemigo (vencido pero vivo) intente sofocarla por todo los medios. Satanás odia a muerte todo lo que Dios ama y su objetivo es robarle su gloria.

Andamos en medio de tormentas, en valle de sombras, con dolores y lagrimas, con sofocantes angustias, pero como sea y donde sea: Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza (Salmos 145:3)
Sin embargo, no siempre es así, cuando las olas de las dificultades se levantan, cerramos los ojos espirituales y dejamos de ver la solución. Pensamos: no tengo fuerzas, y tal vez pueda ser cierto,

Pero es justamente en la presencia de Dios donde encontraremos gozo, fortaleza y paz.

Dijo David—, pero yo no puedo ofrecerle a Dios algo que no me haya costado nada. Así que te pagaré todo lo que me des. (1Crónicas 21:24)
Cuando comenzamos a alabar, las nubes se alejan y nuestra luz vuelve a resplandecer, por eso, cuanto más cueste, ¡MEJOR OFRENDA!

Le pido a Dios que ustedes puedan conocer ese amor, que es más grande de lo que podemos entender, para que reciban todo lo que Dios tiene para darles. Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder! Todos los que pertenecemos a la iglesia de Cristo, debemos alabarlo por siempre. Amén. Efesios 3:19-21 (TLA)

Escrito por: Ricardo Martinez para: www.DevocionalesCristianos.org

E-mail: ricardokilmesmartinez@yahoo.com.ar