POR NADA ESTÉIS ANGUSTIADOS O AFANOSOS (Filipenses 4:6)

El 40 por ciento de las cosas por las que nos preocupamos nunca ocurren. El 30 por ciento ya ha pasado. El 12 por ciento se centra en opiniones o situaciones que no podemos cambiar, el 10 por ciento en nuestra salud, lo que sólo la empeora, y el 8 por ciento concierne a verdaderos problemas en los que podemos influir. Piensa en ello: ¡el 92 por ciento de nuestras preocupaciones no tiene sentido!
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Preocupación «viene de una palabra griega que significa: ?dividir la mente». La ansiedad nos parte justo por la mitad. En vez de quitar los problemas de mañana, nos priva de las fuerzas de hoy. ¿Y quién puede permitirse perder fuerzasí ?¿Pero cómo puedo dejar de preocuparme?. Pablo ofrece una respuesta en dos partes: la de Dios y la nuestra. La nuestra incluye oración y gratitud: «por nada estéis angustiadosí» (Filipenses 4:6).

¿Quieres preocuparte menosí ¡Ora más! Y expresa tu gratitud. ¡Dios quiere que le des las gracias antes de llamarle!

¿Y cuál es la parte de Diosí

Escucha: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 4:7). La oración, acompañada por fe, da lugar a la paz de Dios. ¡Imagínate tener el apacible estado de ánimo que Dios tiene! ¿Piensas que Él lucha contra la ansiedad, que retuerce las manos o pide a los ángeles pastillas para la digestión? Tu problema no Le reta más que una ramita lo hace a un elefante. Dios disfruta de una perfecta paz porque Él goza de un poder perfecto – y Él te ofrece su paz. ¡Simplemente haz tu parte a través de la oración con acción de gracias y Él hará la suya!