Estás sirviendo a un Dios muy grande

«…TU DIOS… GRANDE Y TEMIBLE» (Deuteronomio 7:21)

En su libro Viviendo la Buena Vida, John Ortberg escribió: «Un amigo y yo íbamos a predicar durante dos semanas en Etiopía cuando todavía estaba bajo un gobierno marxista. Las iglesias clandestinas nos pidieron si pudiéramos llevarles cincuenta Biblias de estudio. Tenía mis reservas sobre el contrabando de Biblias, pero decidimos intentarlo. Ni qué decir tiene que el agente de las aduanas abrió las maletas y confiscó las Biblias.

Unos días más tarde recibimos una llamada de que el funcionario superior de las aduanas quería entrevistarse con los líderes de las iglesias. Temimos lo peor… Los líderes de las iglesias en Etiopía pasaron tanto tiempo en la cárcel que la llamaban «La Universidad». (Ahí es donde Dios les mandaba cuando quería hacerles crecer debidamente. De hecho, como le pasó al José de la Biblia (lee Génesis 40:4), algunos de ellos recibieron de los guardias la custodia cuando éstos querían descansar un rato. Solían sacar las balas de las escopetas y se las daban a los prisioneros cristianos para que mantuvieran la vigilancia hasta que ellos volvieron.) Imagina nuestra sorpresa cuando el oficial dijo: ?Estas Biblias son ilegales. Pueden conservarlas bajo una condición: que no se lo digan a nadie, y que me den una?. Ortberg dijo: «¡Aquel día mi Dios llegó a ser un poco más grande!».

Cada vez que das un paso de fe, Dios se te hace un poco más grande, y descubres la verdad que encierran las palabras de Pablo: «…Aquél… es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos…» (Efesios 3:20).