El poder de la honra (tercera parte) Apostol Carlos Luna

El tercer nivel de honra, es honrar a tu líder; a tu pastor. Ana no cuestionó a Elí y no le reprochó que no supiera lo que ella sentía. Siempre que nos hacen algo indebido queremos justificar nuestro comportamiento. El mal comportamiento de alguien jamás justifica el del otro. No tienes el derecho a la venganza aunque te hayan hecho algo malo. La Palabra dice que Ana respetó a Elí que la mal interpretó. ¿Cuántas veces nos han mal interpretado? Ana estaba rogándole a Dios, y viene el sacerdote, que se supone que tenía el discernimiento para saber que ella estaba orando, a decirle que estaba borracha. Ella le contestó muy respetuosamente y le dijo que no estaba ebria. La persona que sabe honrar se conoce cuando tiene motivos para no hacerlo y aún así lo hace.

Ana tuvo suficientes maridos para pelearse con la mujer que la irritaba, de faltarle el respeto al marido y al sacerdote, pero no lo hizo. Ella le dijo pacíficamente al sacerdote que no estaba ebria, si no que estaba orando. Ana dejó de estar triste cuando recibió una palabra de bendición del sacerdote. ¿Sabes por qué hay palabras de bendición que tu pastor te da que muchas veces no se cumplen? Porque no tienes un código de honor ni para contigo mismo, ni para tu casa, ni para tu pastor. ¿Cómo vas a honrar a Dios que no ves si no honras a los que vesí Lo único que deseo hoy es que corrijas lo que esta torcido para que Dios pueda bendecirte.

Elí pudo pedir por medio de una palabra profética que Dios le diera un hijo a Ana, sin embargo Jesús todopoderoso no lo pudo hacer en Nazaret. ¿Acaso era Elí más poderoso que Jesúsí o ¿Podría ser que Ana no tenía la cultura de los de Nazaret? El poder de la confianza puede hacer que Dios haga la obra solo si hay honra. Tú no puedes tener confianza y ser una persona que no sepa honrar a quien se le debe honra. No basta con que honres a tu pastor, tienes que honrarte a ti mismo, y a tu casa. Tienes que alinear estos puntos de honra para que Dios desborde la bendición sobre ti.

1 Samuel 2:18 «Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino. Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado. Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa. Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.»

He conocido gente que tiene un código de honor a los cuales con solo la palabra han recibido un milagro. Si tú no sabes ver en tus pastores que son hombres de Dios, no vas a recibir lo que ellos tienen para ti de parte de Dios. Ahora Ana tiene 6 hijos; 5 en su casa y un profeta. El profeta que fue usado para ungir a los reyes de Israel, viene de una mujer que supo honrarse, honrar a su casa, al sacerdote, y a Dios porque lo que prometió lo cumplió. ¿Que pasa con algunos de ustedesí Cuando están en problemas le prometen de todo a Dios, y cuando Dios se lo da no lo cumplen. Ana era estéril, pidió un hijo, se lo dieron, lo entregó como lo prometió. Ella no pidió cinco hijos más, pero aún así los tuvo.

Cuando eres una persona que sabe pagar honra a quien se le debe, llega un momento en que entras en una dimensión en que tu vida comienza a ser llena de bendiciones que ni siquiera esperabas, tal como le sucedió a Ana. Ella terminó con 5 hijos y un profeta. ¿Por qué? Porque Dios encontró a una mujer que tenia un código de honor para criarlo. Usted quiere criar a siervos de Dios pero deshonra su propia vida, su hogar, y a sus ministros. Todos saben el lugar que todos merecen, pero no saben reconocer el lugar que los demás merecen y tienen.

Hijos, honren a sus padres. Yo sé que a veces es difícil, pero siguen siendo tus papás. Aunque no aguantes a tu marido, sigue honrándolo, el sigue siendo tu marido. No importa si te malinterpretan como Elí. Las cosas van a cambiar si tú cambias. Dios te va a llevar a una bendición más grande de lo que pidas. No uses una bendición de Dios para ponerte encima de los demás. Dios sabrá que encontró a alguien digno de bendecir con todo su poder porque no les va a hacer mal. Toma hoy la decisión de mejorar en tu corazón, en tus acciones diarias, el asunto de la honra, paga honra a quien se la debes y Dios te bendecirá más allá de lo que le pides.