Él Ser Humilde En La Biblia

«él, siendo en forma de Dios, tomó la forma de siervo… se humilló a sí mismo» (Filipenses 2:6-8)

En tiempos bíblicos, la gente usaba una prenda de tela fina debajo y un manto pesado encima. Por el día, el manto hacía de capa y por la noche servía de manta contra el frío. En una época en la que las prendas de vestir se usaban como fianza en los negocios, se podía perder la prenda interior, pero eso estaba protegido por la Ley y debía ser devuelta a su dueño a la caída del sol. Conociendo la Ley, Jesús dijo: «…al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa…» (Mateo 5:40). En otras palabras, no hagas sólo lo que la Ley requiere, ve más allá. Di: «Tengo derecho a conservar mi manto, pero te lo doy para bendecirte».

Escucha: «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús; Él… no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse… se despojó a sí mismo… y se hizo semejante a los hombres» (Filipenses 2:5-7).

Ésta es la manera de pensar que en la actualidad es incomprensible. ¿Por qué renunciaría alguien que está en sus cabales a algo que es suyo para ayudar a otro a seguir adelante? ¡Esto le saca a la gente de quicio y es precisamente lo que Dios pretende! ¿Que por qué? Porque más que tus palabras es el amor del Señor fluyendo a través tuyo lo que atrae a las personas a Él. Y esta clase de amor tiene otro beneficio: al lanzarte a lo desconocido eres aun más dependiente de Dios ¡y es cuando de verdad sientes su apoyo! Entonces, ¿estás dispuesto a optar por el camino más difícil y seguir a Jesúsí