¿Cómo reaccionas a las interrupcionesí

«…poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba» (Lucas 4:40b)

Cuando alguien te interrumpe para charlar contigo mientras estás ocupado, ¿cómo reaccionasí Si te relajas y hablas con él hasta el final de la conversación, estás orientado hacia las personas. Si tratas de evitar la charla con un «bombardeo» de indirectas verbales y no verbales, eres una persona orientada al quehacer.

Jesús pasó más tiempo con personas que haciendo cualquier otra cosa. Aunque sólo dispuso de tres años y medio para entrenar a doce hombres con el fin de cambiar el mundo, pasó la mayor parte de su tiempo satisfaciendo las necesidades de las personas, en medio de una presión insoportable a que lo hiciese, y ésa es la inspiración que Él nos dejó. Al final de uno de sus días más ocupados, está escrito que» (Al) [al] ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a Él; y Él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba (Lucas 4:40)». ¿De qué se trata el ministerio? ¿De personas o de rendimiento? Obviamente, gran parte de nuestro trabajo de oficina y de producción está dirigida a ayudar a las personas. Pero a menudo queda muy poco tiempo de valor o de energía para dárselo a la gente, porque estamos extenuados de llevar a cabo todas esas faenas. Tanto si queremos admitirlo o no, el trabajo de papeleo, las fechas límite y las múltiples ocupaciones diarias a menudo nos tienen nerviosos y crean una barrera entre nosotros y la oportunidad de contactar con las personas y atender a sus necesidades.

Henry Nouwen escribió: «Hace unos años me encontré con un ex-profesor en la universidad de Notre Dame.Pensando en su larga vida como profesor, dijo, con un destello gracioso en los ojos:»Siempre me quejaba de que mi trabajo era constantemente interrumpido, ¡hasta que poco a poco descubrí que las interrupciones eran parte de mi trabajo!».