FELIZ DÍA MUJER 
Cuando Dios creó a la mujer, añadió color, armonía, imaginación y delicadeza a la vida del hombre.
Él (varón) se podía ver en ella y ella en él, pues ha ambos los diseño Dios y como Dios todo lo que hace lo hace bien, dijo:
No es bueno que el hombre este solo, le hare ayuda idónea.
Así tú y yo fuimos creadas para engrandecer el nombre de nuestro Dios en esta Tierra y para compartir la vida y la visión del varón para el cual Dios dijo que somos su ayuda idónea.
Feliz Día Mujer.
Norma Solis Zavala
Hablemos de Adán y Eva
POR: ALICE MATHEWS
Tomado de: Aprendamos a tomar decisiones: Eva y Rahab
Si usted ha leído Génesis 2, ha descubierto que Adán tenía una vida maravillosa en el Edén. En el verso 8 lo vemos en un jardín que Dios diseño, seguramente algo digno de verse. En el versículo 9 observamos que tenía un suministro ilimitado de comida tanto nutritiva como estéticamente agradable. En los versículos siguientes leemos acerca de ríos maravillosos para pescar o nadar, y montañas de oro fino y piedras preciosas. En el versículo 15 vemos que Dios le dio algo que hacer que lo iba a mantener activo y en buena forma física. Entonces, ¿cuál era el problema? lea el versículo 18:
» Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre este solo; le haré una ayuda idónea»
El problema de Adán era que mientras estuviera solo, era únicamente la mitad de la historia. ël necesitaba una persona como él que lo definiera. Dios lo creó a Su imagen. Adán podía salir a pescar con un rinoceronte, pero no podía hablar con él de su agenda para el día siguiente. Adán podía jugar pelota con uno de los perros recién creados, pero no podía admirar con él la puesta del sol. Adán fue creado a imagen de Dios, y los animales no. El Dios triuno había puesto en él la necesidad de tener comunión con otra criatura que también portara su imagen. Todo lo que era femenino en la naturaleza de Dios necesitaba imagen humana también.
Eva no fue una idea tardía. Era indispensable. En palabras de Dios en el versículo 18 dijo: «no es bueno» que Adán estuviera sin Eva.
Con esta verdad establecida, uno pensaria que Dios se pondría de inmediato a crear a la mujer. Pero no fue así. Lea Génesis 2: 19-20.
«Y el Señor Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría, y como el hombre llamó a cada ser viviente, ese fue su nombre. Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda idónea para él»
Dios sabia que el desfile de animales era una acertijo. Al llevarle a Adán los animales estaba dándole una lección. Él quería que Adán aprendiera algo. Quería que adán supiera que todavía no tenía contraparte en la tierra. Adán tenía que descubrir su singularidad como ser humano. Dios estaba preparando a Adán para el gran momento cuando recibiría a Eva. Adán tenía que entender que él y Eva estarían juntos en un círculo de la creación que nada más en el mundo podía ocupar. Creados a imagen de Dios, sólo ellos podían disfrutar la comunión mútua y con el creador.
Ahora que Adán estaba preparado, Dios hizo el siguiente movimiento. Lea Génesis 2:21-22.
«Entonces el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar. Y de la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre»
¿Alguna vez se ha preguntado por qué Dios cambió el método de crear cuando ya sabía bien cómo hacerlo? Hasta ese momento, Dios había hecho a los organismos vivientes de la tiera. En el versículo 9 hizo los árboles crecer de la tierra. En el versículo 7 hizo al hombre del polvo de la tierra. Uno pensaría que una vez que tenía un buen método en marcha lo seguiría usando. No. Dios introdujo un nuevo método, un método que eliminaría toda sombra de duda de que el hombre y la mujer comapartirían una identidad esencial.
Adán nunca podría decir: «Eva, tú fuiste formada de lo mismo que yo, pero también lo fueron los animales. Tal vez te parezcas más a ellos que a mí» No, Adán y Eva eran de la misma esencia. Ambos fueron creados a imagen de Dios. Ambos tenían dominio. Ambos iban a compartir el poblar la tierra.
Dios los bendiga abundantemente y siga extendiendo el ministerio que les ha dado:
Norma Solis Zavala
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