Sr. Palau:
Me casí muy joven. Al poco tiempo mi esposo me dej?. Algunos dicen que se fue con otra muchacha. He visitado clarividentes para que me lean el porvenir, pero aún no encuentro soluci?n. Quisiera su consejo.
Respuesta:
En primer lugar, señora, la hechicer?a es muy peligrosa. Inmiscuirse con clarividentes, con m?dium, con el ocultismo y el espiritismo, no es tan sÉlo peligroso, sino que Dios lo condena terminantemente.
La Biblia dice en el libro de Lev?tico, cap?tulo 19:
«No os volv?is a los encantadores y adivinos. No los consult?is, contamin?ndoos con ellos».
Es una contaminaci?n moral y espiritual ir a ver a los clarividentes para encontrar soluci?n para los problemas diarios de la vida.
En segundo lugar, cuando su esposo vuelva, si es que llega a volver usted señora debe estar espiritualmente preparada para recibirlo. Primero tiene que estar preparada para perdonarlo. Segundo, tiene que estar preparada en su actitud de corazón hacia su marido. En su carta usted no me dice cu?nto tiempo hace que Él se ha ido del hogar. Parece que hace poco tiempo. La Biblia dice en Ia. Pedro cap?tulo 3:
«Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los maridos que no creen a la Palabra de Dios, sean ganados sin palabra de parte de su mujer, sino mas bien por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa».
Señora, la actitud suya, si su marido regresa, y espero que regrese pronto debe ser una de perd?n, de humildad y sujeci?n hacia Él. Usted tiene que ganar el afecto, el cari?o de su marido. ?Por qué la dej?? Yo no sí. En su carta usted no me lo dice; pero un marido que está enamorado de su esposa y que su esposa es todo lo que debe ser, difícilmente la va a dejar; aunque le confieso señora, en par?ntesis aparte, que hay muchos hombres de corazón impuro e infiel que se apartan aun de las mejores esposas; y a lo mejor usted es una de ellas.
Tercero, si su marido regresa, usted debe imponerle por lo menos tres condiciones. Primero, usted le va a imponer que termine con la otra mujer. Segundo, le debe imponer que le pida perd?n y muestre se?al de arrepentimiento. No lo reciba si viene con arrogancia de regreso al hogar. Y tercero, señora, usted y Él deben juntos dedicar un tiempo diario para estudiar la Biblia juntos. Una pareja que estudia la Biblia juntos, que oran juntos a Dios, y hablan el uno con el otro, van a encontrar un nuevo amor, una nueva felicidad y un nuevo calor en el hogar. Ojal? que sea el caso suyo, señora.
Luis Palau
