Con la expresión muy creyentes esta mujer manifestaba que esas personas, tan duramente probadas, confiaban en el Señor Jesús. Así es, cuando ocurre un grave acontecimiento, se muestra si la fe es auténtica. Muchos cristianos, por la fe en Jesucristo, como lo declara la Escritura, han aprendido a aceptar, a llevar y a soportar su pesado destino sabiendo que viene de la mano de Dios.

       El apóstol Juan, que se llama a sí mismo el discípulo ?al cual Jesús amaba?, tuvo que soportar, a una edad muy avanzada, el destierro en la isla de Patmos. Pero lo consolaba la certeza de que sus difíciles circunstancias acabarían cuando el Señor lo tomara consigo. Y en pensamiento se ocupaba de Cristo, de su hermosura en el cielo. Esto lo elevaba por encima de sus penosas circunstancias.

       Los cristianos de hoy en día, quienes aún no han visto cara a cara a su Salvador, están naturalmente ansiosos de ver al Señor tal como él es. Sí, el gozo de ver a Aquel que volverá puede dar a los creyentes fuerza para soportar la enfermedad mientras aún están en la tierra.