VELAD Y ORAD PARA QUE NO ENTRÉIS EN TENTACIÓN (Mateo 26:41)
¿Que Sucede Cuando Pierdes Tu Vida Oración?
El enemigo conoce bien el potencial dado por Dios que tienes y hará lo imposible para detenerte antes de que lo desarrolles. La oración coloca un escudo de protección divina a tu alrededor, ¡no vivas sin él!
Hay personas leyendo este devocional ahora que tal vez no estén aquí al año que viene a menos que alguien ore por ellas (véase Lucas 22:31). Algunos lectores de estas páginas pensaron que ellos nunca caerían, y sin embargo cayeron. A menos de que seas consciente de tu tendencia innata a pecar, no orarás en contra de eso y por lo tanto serás vulnerable al ataque del enemigo. Durante las últimas horas de su vida, Jesús advirtió a sus discípulos:
Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil (Mateo 26:41).
En la versión bíblica El Mensaje, Eugene Petersen parafrasea las palabras de Cristo así:
Estad alertas en oración para que no caigáis descuidadamente en la tentación, sin haberos percatado siquiera de que estabais en peligro. Pablo escribe: Tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes… Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu (Efesios 6:13-18).
¡El arma más eficaz que el enemigo tiene para atacarte eres tú mismo!
Tu vieja naturaleza pecaminosa debe ser llevada a la cruz y crucificada a diario. Y la oración es el lugar donde haces eso. En la presencia de Dios te ves a ti mismo como Él te ve. Es ahí, en esos momentos de arrepentimiento, donde Dios se revela, arranca cosas que estorban y restaura.
Cuando dejas de lado tu vida de oración, pierdes tu protección. Vamos, reorganiza de nuevo tu escala de prioridades y da cabida a la oración.
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