? Señor, contestó otra persona, usted me habla como si yo no fuera religioso; pero tengo mi creencia, como todos en mi familia.

       Creencia es un término cómodo y elástico que no compromete a nadie y es tan impreciso que resulta equívoco y aun peligroso.

       Sólo hay una palabra para designar el hecho de recibir lo que Dios dice, porque es Dios quien lo ha dicho: ésta es la palabra fe. La Escritura no emplea otra. Implica que la criatura humana reconoce estar delante de su Creador todopoderoso, justo y santo, mientras ella misma es débil, ignorante y culpable.

       La fe reconoce los derechos de Dios. Escucha su Palabra y aprende de él, no de una tradición humana; comprende que Dios es el supremo Juez, pero también el Dios de gracia, de luz y de amor.

       La fe es el conocimiento personal de un Dios que se ha revelado, que habla y escucha. El Evangelio es la plena revelación de amor de ese Dios invisible que se da a conocer a los hombres a través de su unigénito Hijo amado, Jesucristo nuestro Salvador. ?Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo? (Romanos 10:8-9).