ESCRIBE LA VISIÓN QUE PUEDA LEERSE DE CORRIDO (Habacuc 2:2)

Fíjate en 2 cosas importantes sobre de la visión:

1) Tu visión debe proceder de Dios.

Existe una diferencia entre marcarte tus propias metas y tener una visión dada por Dios.

Cuando tu visión procede de Él «se cumplirá, no fallará» (Habacuc 2:3). No tendrás que forzar las cosas para que sucedan; Dios proveerá los recursos y abrirá las puertas en el momento oportuno. Tus pasos serán dirigidos por Él.

Dice la Escritura: «A todos les llega el tiempo y la ocasión» el hombre tampoco conoce su tiempo: Como los peces apresados en la mala red, o como las aves que se enredan en el lazo, así se ven atrapados los hijos de los hombres por el tiempo malo (Eclesiastés 9:11-12).

Dios te revelará tu destino y te dará la oportunidad de realizarlo. Sin embargo, puedes resistirte, o posponerlo, o entregar tu vida a otras cosas y acabar dejando pasar «tu tiempo» y «tu oportunidad». No caigas en la red ni te enredes en el lazo, perdiéndote lo que Dios tiene para ti.

2) Tu visión tiene que ver con un campo de acción determinado.

El sueño de José comenzó con un campo de trigo (véase Génesis 37:6-7).

¿Cuál es tu campo? Ya sea que Dios te haya llamado al campo de la medicina, de la educación, de las finanzas, de las inmobiliarias o cualquier otro, el propósito es que seas de bendición a otros. Dios dijo a Abraham: Te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición (Génesis 12:2). No busques la fama, sino el servir a los demás. Si lo haces, tu influencia será mayor que tu imagen y tu recompensa final mucho mayor que el mejor coche, la mejor casa o los más preciados cuadros que nunca puedas poseer.

¿Cómo Descubrir Tu visión Según La Biblia?

ESCRIBE LA VISIÓN QUE PUEDA LEERSE DE CORRIDO (Habacuc 2:2)

Jesús dijo: «Yo para esto he nacido» (Juan 18:37). Cuando sepas por qué estás aquí y cuál es el propósito de tu vida, nada te podrá detener. No significa que vayas a ser perfecto, pero sí que tendrás una fortaleza innata para superar cualquier obstáculo que se interponga en el camino. Si te desvías de éste, Dios te ama lo suficiente para llamarte la atención, corregirte y volver a encaminarte. Pero para obtener determinadas respuestas, deberás hacerte determinadas preguntas, tales como:

1) ¿Qué deseos he albergado durante casi toda mi vida?

2) ¿Qué me motiva a ser productivo?

3) ¿Qué me hace seguir adelante cundo estoy sin fuerzas?

4) ¿Qué hace que no me rinda ante la resistencia y la oposición?

5) ¿Qué cosas hago que no me parecen trabajo?

6) ¿Qué hago que desencadena una reacción positiva en los demás y me asegura su apoyo?

7) ¿En qué áreas estoy involucrado cuando parece como que las puertas se abren automáticamente y sin esfuerzo?

8) ¿Qué piensan de mi trabajo mis líderes entendidos y los buenos consejeros?

9) ¿Qué me hace sentir bien acerca de quién soy?

10) ¿Qué hace poner en marcha mi creatividad?

11) ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar para realizarlo?

12) ¿Qué estoy haciendo de lo que me siento orgulloso y que podría presentar a Dios para su aprobación?

13) ¿Qué haría sin que me pagaran, si pudiera permitírmelo?

14) ¿En qué estaría dispuesto a resistir a Satanás para poder cumplirlo?

¿Qué te está diciendo Dios? Nunca es demasiado tarde; descubre tu visión y síguela.