Siempre deberíamos ser conscientes de que Dios nos mira y ve todo lo que hacemos. El rey Salomón, a quien Dios había dotado de una extraordinaria sabiduría en su juventud, nos recuerda este hecho. Por un lado recomienda: ?Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos?. Mas no acalla la seria advertencia: ?Pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios?.

       Ciertamente nadie querrá esto. Entonces, ¿cómo escapar del juicio de Diosí Salomón lo dice a continuación: ?Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento?? En los versículos siguientes, Salomón hace una metafórica descripción del envejecimiento del cuerpo humano hasta que el polvo vuelva a la tierra como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio, y termina diciendo: ?Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala? (Eclesiastés 11:9 a 12:14).