La Adoración a Dios Como Arma de Batalla En La Biblia
«Satanás odia que oremos y adoremos. Eso lo destruye».
Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas (Josué 6:4).
«Las instrucciones son simples», nos dijo nuestro pastor a mi mujer y a mí. «Vas a llevar ese altavoz de Bluetooth a esa habitación, coloca música de adoración y empieza a adorar y orar juntos en voz alta».
A mi esposa le gustaron mucho las instrucciones del pastor. A mí no tanto.
Soy un pastor, así que no pensarías que sería una tarea difícil para mí, pero no sé por qué no puedo orar con mi esposa por periodos largos. Ella es una increíble guerrera de la oración, y yo me siento como un tonto a su lado orando. Incluso después de todos estos años de matrimonio, a esta altura de mi relación con Dios, todavía me resulta difícil orar con ella por mucho tiempo.
Espero que esto traiga libertad para ustedes. Deja de sentirte culpable. No se trata solo de ti. «Así es», continuó, «es hora de empezar a adorar. Van a orar en voz alta durante treinta minutos seguidos al volumen de la música».
Cuando mi pastor vio la mirada de ciervo que le puse, me explicó el método de su locura. Nos recordó que estábamos en una batalla, y que las dos primeras armas que debíamos utilizar eran la oración y la adoración.
El asunto era un poco confuso. La oración no calma mucho mi ansiedad; a veces la aumenta. Y la adoración es algo que hacemos en los servicios de la iglesia que, la verdad, me hace sentir inseguro y a veces hace que me duelan los pies cuando nos tienen de pie durante tanto tiempo. Pensé, estoy aquí luchando por mi vida. Vamos a la guerra. ¿Y nuestras armas son la oración y la adoración?
Pero entonces mi pastor dijo algo que cambió el rumbo de mi vida: «Satanás odia cuando oramos y adoramos así. Eso lo destruye».
¡Eso es lo que necesitaba oír! Sus palabras me llevaron instantáneamente a algo que había sucedido menos de un año antes, una experiencia que cambió la vida de mi familia para siempre. Un evento en el que sentí que Dios me estaba diciendo que dejara de ver la adoración como el cantar musicas en la iglesia y comenzara a verla como un arma para luchar por mi familia y yo.
LOS MUROS DE JERICÓ
Había estado estudiando y predicando en el libro de Josué, el hombre que llevó milagrosamente a la nación de Israel a través del río Jordán hacia la tierra prometida. Pero cuando llegó a la tierra prometida, como mencioné antes, tuvo que pelear treinta y un batallas para tomar posesión de ella.
La primera batalla es algo famosa. Incluso si usted no ha estado en la iglesia por mucho tiempo, usted puede haber oído hablar de la batalla de Jericó. Es una historia loca en la que Dios instruyó a la nación de Israel a marchar alrededor de Jericó durante siete días seguidos. Y en el último día, Dios les dijo que empezaran a adorar, cantar, gritar, alabar a Dios y tocar instrumentos.
Lo interesante es que las trompetas que Dios les ordenó tocar se usaban a veces como grito de guerra antes de la batalla, pero se usaban más a menudo para celebrar después de una victoria. Los israelitas siempre tocaban la música de adoración después de ganar una batalla.
Pero en este caso, Dios les dijo que empezaran a adorar, cantar, gritar y tocar esos instrumentos antes de ver la victoria.
¿Qué? ¿Celebrar antes de tener algo que celebrar? ¿Adorar antes de ver el resultado que querían? Eso no tiene ningún sentido, y, sin embargo, eso es exactamente lo que Dios les llamó a hacer.
Y los resultados fueron alucinantes. Se puede leer todo en Josué 6. Esencialmente, tan pronto como empezaron a adorar, las murallas de Jericó, que estaban aseguradas con barrotes, cayeron milagrosamente, y los israelitas pudieron conquistar la ciudad.
Los israelitas no tenían ninguna posibilidad con sus propias fuerzas. Pero, justo en medio de su confusión, miedo, ansiedad, depresión y (tengo que creer) sentimientos de desesperanza, Dios se presentó de una manera espectacular. Experimentaron la libertad y una victoria que nunca soñaron posible. Y todo se puso en marcha con un arma llamada adoración.
A veces adoramos porque hemos tenido una victoria. Pero ¡hay veces debemos adorar hasta que veamos una!
Dios le demostró a Josué que habría momentos en la vida en los que la adoración sería el camino hacia la victoria. La adoración será la forma en que derrotes a tu enemigo. La adoración será lo que te traiga la libertad que tanto esperar y deseas.
Escrito por Shawn Johnson (Extracto de libro Atacando La Ansiedad).
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