Dios ha querido que el hombre trabaje desde su creación. El trabajo es una bendición. La Palabra dice: ?el que robaba, no robe másí, y también dice ?el que no trabaja, que no coma?. La bendición de trabajar es para que tengas para ti y para alguien más. ¿Cuántas veces han ayudado a alguien cuando ha tenido una necesidad? El trabajo es una bendición de Dios en el origen, pero cuando Adán cae por el pecado, la cosa cambia.

Génesis 3:17. El trabajo dejó de ser una bendición. Maldijo la tierra y maldijo el trabajo. Los economistas dicen que el trabajo es un mal, porque todos desean menos de él; menos horas de trabajo, pero ganar más, pero si el trabajo fuera un bien, usted desearía trabajar más aunque no ganara nada. Por Adán caímos en esa maldición, pero el hijo de Dios nos vino a sacar de allí. Nos urge trasladarlos a la bendición del trabajo bendito por Dios.

Hay peticiones que a Dios agradan, y otras que agradan a usted. Lo mejor es aprender a pedir lo que a Dios agrada. Cada quien necesita su propia sabiduría para desarrollar lo que tiene que desarrollar, pídasela a Dios. Cuando Dios encuentra lo que le agrada, le da lo que pide. Di: ?Yo seré agradable a Dios, viviré por fe y Dios me dará lo que pida, y también me dará cosas que nunca he pedido, pero Dios me las quiere dará.

Lo mejor es que Dios te dé la capacidad de vivir alegre en tu trabajo, que entres a la oficina sonriendo, alegre. Yo disfruto mi trabajo, aunque tengo unas penas que no tienen idea, pero si uno no viviera en la presencia de Dios, no aguantaría, porque esto viene de la mano de Dios, que me alegre en mi trabajo.

El Señor me mostró cómo Jesús se alegraba en su trabajo. Por el gozo propuesto que eres tú, sufrió oprobio. Una cosa es el sacrificio en la cruz, y otra es la vida como la vivió. ¿Cómo crees que Jesús vivía? El vivía alegre, contento. Hoy Dios te va a sacar de la maldición que tienen de andar trabajando sin gozo. Gócese en su trabajo. La actitud de un cristiano es ser la luz del mundo. Seas el dueño o el trabajador, pon la sonrisa en los labios, trabaja y disfruta de tu trabajo. Allí tienes una decisión que debes tomar. Decide qué quieres: felicidad o dinero. Calidad de vida no significa calidad de bienes. Quizá no va a tener la misma calidad de bienes, pero va a vivir feliz el resto de su vida.

¿No crees que vale la pena pasar el mar, con tal de estar después en la tierra prometida? Que no se te acabe la vida sin decidirte, pero si este es el trabajo que tiene que tener, Dios le dará la alegría para tenerlo. Habla con El y dile: ?Señor, hoy recibo por la fe que me has dado, este don y disfrutaré mi trabajo todos los días de mi vida. En el nombre de Jesús, mi trabajo es una bendición. Celebra tu libertad, ¡eres libre!?.

    
– Cash Luna