Salmos 76:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 76:1 | Comentario Bíblico Online

El salmista canta aquí victoria en Dios, la fuente y el centro de todas nuestras victorias.

1. En la revelación que Dios les hizo de Sí mismo (v. Sal 76:1). Es el honor y el privilegio de Judá y de Israel que en ellos es conocido su nombre, y dondequiera es conocido Dios, su nombre es grande.

2. En las señales de la presencia especial de Dios en sus ordenanzas (v. Sal 76:2). Dios era conocido en toda la tierra de Judá y de Israel, pero en Salem (esto es, Jerusalén), en Sion, estaba su tabernáculo y su habitación. Allí tenía su corte y celebraba sus audiencias de oración y recibía el homenaje de su pueblo por medio de sus sacrificios. Era el lugar que había escogido.

3. En las victorias que habían obtenido sobre sus enemigos (v. Sal 76:3): «Allí quebró las saetas del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra».

(A) Aquí hay arco, saetas, escudos, espadas; y todo ello, listo para la batalla; pero todas las armas son quebradas e inutilizadas. Las quebró Dios en el tabernáculo y morada de Sion. Ocurrió en el campo de batalla y, sin embargo, se dice que las quebró en el santuario, porque allí estaba, por decirlo así, el cuartel general de Dios, y desde allí daba Dios las órdenes en respuesta a las plegarias que el pueblo le dirigía en aquel lugar. Los éxitos de la Iglesia evangelizante se deben, en su mayor parte, a las plegarias de la Iglesia orante.

(B) Esta victoria redundaba muchísimo en honor inmortal para el Dios de Israel (v. Sal 76:4): «Glorioso eres tú y majestuoso al descender (o, al volver) desde los montes de caza», es decir, al regresar de los montes en que había tratado a los asirios como trata un león a su presa. Los enemigos se creían fuertes y numerosos («fuertes de corazón», v. Sal 76:5), pero todos ellos fueron derrotados y puestos en fuga sin que ninguno de ellos tuviese ocasión de blandir las armas (v. Sal 76:5). En lugar de llevarse botín, quedaron despojados de todo lo que habían traído (v. Sal 76:5) y dormidos, con el sueño del que no hay ya despertar (v. Sal 13:4). Tendidos en el campo de batalla, duermen su sueño; no el sueño de los justos, sino el de los malvados, quienes resucitarán para vergüenza y confusión perpetua (Dan 12:2; Jua 5:29). A los fuertes de corazón les faltó el ánimo, y a los fuertes de manos les faltó la fuerza.

Salmos 76:1 explicación
Salmos 76:1 reflexión para meditar
Salmos 76:1 resumen corto para entender
Salmos 76:1 explicación teológica para estudiar
Salmos 76:1 resumen para niños
Salmos 76:1 interpretación bíblica del texto