Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 131:1 | Comentario Bíblico Online
Sin jactancia, pero con toda verdad, el salmista confiesa que su corazón no está envanecido ni busca posiciones más altas (v. Sal 131:1), sino que camina humildemente delante de su Dios (Miq 6:8). Si el autor es realmente David, recuérdese con qué humildad y mansedumbre respondió cuando su hermano mayor le acusó falsamente de orgullo (1Sa 17:28). Lejos de tal orgullo y ambición, goza de serenidad de alma y contentamiento de corazón (v. Sal 131:2). El símil del niño destetado es bello y sumamente expresivo: De la misma manera que un niño destetado sigue todavía adherido a su madre, así también el salmista se siente contento en los brazos de Dios después de «destetarse» a sí mismo de la ambición. Esta humildad y este contentamiento infantil es lo que el Señor recomendó como condición indispensable para entrar en el reino de los cielos (Mat 18:3).