Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 140:1 | Comentario Bíblico Online
1. El salmista describe primero el carácter de sus enemigos. Los singulares: «hombre malo … hombre violento» (v. Sal 140:1) son colectivos (lo mismo en el v. Sal 140:4). Estos enemigos maquinan maldades y cada día, esto es, constantemente, provocan guerras (lit.), es decir, contiendas brutales (v. Sal 140:2). A continuación (v. Sal 140:3) combina dos metáforas: «aguzaron», como una espada, y «serpiente», por el veneno que esconden, para designar la astucia y la hipocresía con que traman tanto sus difamaciones como sus lisonjas. Esas metáforas y las del versículo Sal 140:5 son las mismas que usa David en muchos de sus salmos (v. p. ej., los salmos Sal 9:1-20, Sal 10:1-18, Sal 31:1-24, Sal 52:1-9, Sal 57:1-11, Sal 58:1-11, Sal 64:1-10 y Sal 69:1-36). Rom 3:13 cita el v. Sal 140:3.
2. Ruega a Dios que le proteja (vv. Sal 140:1-4): «Líbrame … Guárdame … Guárdame … Líbrame …»… Como si dijera: «Señor, no permitas que prevalezcan para quitarme la reputación y la vida misma. Guárdame de ellos y de obrar como ellos obran o como maquinan».
3. Confía en Dios, y espera de Él con certeza el triunfo sobre sus enemigos: «He dicho a Jehová: Tú eres mi Dios (v. Sal 140:6), y si eres mi Dios, también eres mi escudo y refugio, mi defensor y protector». Y añade (v. Sal 140:7): «Jehová Señor; como Jehová , el autoexistente y autosuficiente; como Adonay , mi Señor Soberano, que me gobierna y me sostiene y, por tanto, la fuerza de mi salvación (lit.), que ha cubierto (lit.), como con un yelmo (comp. con Efe 6:17), mi cabeza en el día de la batalla». Son figuras muy apropiadas para designar la protección de Dios contra las espadas que sus enemigos aguzan (sus lenguas) en las guerras que provocan (vv. Sal 140:2, Sal 140:3).
