Estudio Bíblico | Explicación de Proverbios 20:27 | Comentario Bíblico Online
El alma del hombre, a diferencia de la de los brutos animales, es una luz divina; es lámpara de Jehová, candela que Dios ha encendido en nuestro interior. La conciencia, esa noble facultad, es el delegado de Dios en el alma. Con ayuda de la conciencia, llegamos a conocernos a nosotros mismos, aunque siempre con dificultad. El espíritu humano es autoconsciente, uno de los elementos de la personalidad (v. 1Co 2:11). Esta luz es como una candela suficiente para ver en la oscuridad, aun cuando no es un sol que todo lo ilumina. Al escudriñar con ella lo más profundo del corazón, Dios nos conoce de modo infinito, exhaustivo (comp. con Sal 139:1-12, Sal 139:23, Sal 139:24); nosotros podemos conocernos lo suficiente para quedar sin excusa de lo que hacemos u omitimos indebidamente.