Significado de JERICÓ Según La Biblia | Concepto y Definición

JERICÓ Significado Bíblico

¿Qué Es JERICÓ En La Biblia?

Nombre geográfico que significa “luna”. Al parecer, una de las ciudades mas antiguas del mundo y la primera que conquistó Israel bajo el liderazgo de Josué. Se halla en el valle inferior del Jordán que, según Gén 13:10, “cual estaba bien regado por todas partes […] como el huerto del SEÑOR” (LBLA). La Jericó del AT está bajo tell es-Sultan, cerca de uno de los manantiales más importantes de Palestina.
La Jericó del NT, fundada por Herodes el Grande, estaba ubicada a 2,5 km (1,5 millas) hacia el sur en el magnífico wadi Qelt. El manantial Ain es-Sultan arroja unos 850 m3 (30.000 pies cúbicos) de agua por día que cae alrededor de 50 m (160 pies) en el primer 1,5 km (1 milla) de su curso descendente por varios canales hasta el Río Jordán, que está a 10 km (6 millas) e irriga unas 1000 ha (2500 acres).
La combinación de rico suelo aluvional, manantial perenne y fuerte sol convirtieron a Jericó en un lugar atractivo para establecerse. Se podría haber llamado “ciudad de las palmeras” (Deu 34:3; Jue 1:16; Jue 3:13; 2Cr 28:15) incluso en la actualidad conserva muchas. Solo caen 160 mm (6,4 pulgadas) de lluvia al año (la mayor parte entre noviembre y febrero) y la temperatura promedio de enero es 15ºC (59º F), y 31ºC (88ºF) en agosto. Jericó está aprox. 240 m (740 pies) bajo el nivel del mar (lo que explica su clima cálido), pero por encima del Mar Muerto, 13 km (8 millas) al sur, que es el punto más bajo de la tierra con 425 m (1300 pies) bajo el nivel del mar.
Jericó era un oasis situado en una planicie cálida que vivía en su propio mundo sin colonizaciones a la vista y ubicado entre los dos puntos focales de Jerusalén y Amán en las montañas al oeste y al este. En la Biblia por lo general se menciona asociada con algún movimiento de un lado a otro del Jordán: la invasión israelita cuando Aod lleva tributo al rey de Moab, cuando David manda mensajeros al rey de Amón, cuando Elías y Eliseo cruzan el Jordán o cuando Sedequías trata de escapar de los babilonios.
En la época del NT Jericó era famosa por su bálsamo (resina aromática conocida por sus propiedades medicinales). Esto, sumado a que era la capital durante el invierno, la convirtió en una ciudad rica. Cuando Jesús fue recibido por Zaqueo (Luc 19:1-10) es probable que lo haya hospedado en una de las mejores casas de Jericó. Los árboles sicómoros eran valiosos. Es lógico que una ciudad como esta tuviera su grupo de mendigos, según relatan los Evangelios (Mat 20:29-34; Mar 10:46-52; Luc 18:35-43).
La arqueología de Jericó está estrechamente relacionada con nombres como John Garstang (1876–1956), que excavó allí entre 1930 y 1936, y en especial Kathleen Kenyon, erudita de la universidad de Oxford que realizó excavaciones entre 1952 y 1959. El edificio reconocible más antiguo del lugar data al parecer (según el sistema de carbono 14) del 9250 a.C. aprox., época entre los períodos paleolítico y el mesolítico en Palestina. En el 8000 a.C. aprox., se construyó una ciudad amurallada (la primera en el mundo) de aprox. 4 has (10 acres). Alrededor del 6000 a.C., aparecieron vasijas. Aprox. en el 4000 a.C., comenzó un período de abandono, pero en el 3300 a.C. Jericó volvió a ser de nuevo lo que Kenyon denomina era “proto-urbana”. Llegó a tener una sólida defensa con murallas y rampas. Desde el 2200 al 2000 a.C. el montículo de Jericó era más un campamento que una ciudad, y algunas de las 346 tumbas excavadas mostraron que sus ocupantes eran de diversas unidades tribales.
La excavación inicial de John Garstang determinó que Jericó fue destruida por fuego alrededor del 1400 a.C. (que coincide con la fecha bíblica de la conquista). Sin embargo, los descubrimientos de Kenyon difieren de los de Garstang y ella fecha la destrucción de la ciudad y la muralla en una época muy anterior. La investigación que Bryant Wood, un arqueólogo más reciente, hizo sobre el trabajo de Garstang y de Kenyon reveló que esta estaba equivocada y que el análisis de Garstang sobre la ciudad baja había sido correcto. Aunque niegan que la evidencia confirme el relato bíblico, las recientes excavaciones en Jericó de Lorenzo Nigro y Nicolo Marchetti descubrieron que la muralla de contención de piedra de la base del tell, con parte de la pared en ladrillos de barro construida encima, permanece intacta como evidencia de las murallas que cayeron. Una vez más la evidencia confirma el relato bíblico. Sin embargo, aun hoy, sigue predominando la visión de Kenyon. Aunque los eruditos subrayan el conflicto entre los datos arqueológicos y la narración bíblica de la conquista, en realidad tal conflicto no existe. Ver Arqueología y estudios bíblicos; Conquista de Canaán; Josué.

Karen Joines y Eric Mitchell