Significado de MÚSICA, INSTRUMENTOS MUSICALES, DANZA Según La Biblia | Concepto y Definición

MÚSICA, INSTRUMENTOS MUSICALES, DANZA Significado Bíblico

¿Qué Es MÚSICA, INSTRUMENTOS MUSICALES, DANZA En La Biblia?

La expresión vocal o instrumental de todo el espectro de emociones humanas a través de la música constituyó gran parte de la vida de las personas de la Biblia tal como sucede en la actualidad. Los obreros que recogían los granos cantaban un canto de la cosecha (Isa 16:10; Jer 48:33). También se podía escuchar que cantaban los que cavaban un pozo (Núm 21:17). Ciertamente, todas las áreas de la vida podían estar acompañadas por música. Las celebraciones comunitarias, las prácticas rituales de adoración e incluso las actividades bélicas eran motivo de cánticos.
Dentro de un clima tan musical, la celebración por medio de la danza ocupaba un espacio habitual en la vida tanto secular como religiosa de la antigua Israel. Diversos instrumentos musicales acompañaban el canto y la danza.
Música
Los hallazgos arqueológicos de textos descriptivos más los restos de instrumentos han permitido conocer mejor cómo se desarrolló la música en el antiguo Cercano Oriente.
La música secular y religiosa de la antigua Israel tuvo sus raíces en el contexto musical del Cercano Oriente de aquellos tiempos donde todos los aspectos de la vida se podían expresar mediante el canto. Gén 4:21 constituye la primera referencia a la música en el AT. Jubal, uno de los hijos de Lamec, “fue padre de todos los que tocan arpa y flauta”. Este introdujo la música en el marco del avance cultural. El nombre Jubal en sí está relacionado con la palabra hebrea correspondiente a “carnero” (yovel), animal cuyos cuernos se empleaban en la antigua Israel como instrumento para comunicar indicaciones.
El gozo que se expresaba con la música se pone de manifiesto en el papel prominente que ocupaba en las celebraciones cotidianas. Una despedida se podía expresar “con alegría y con cantares, con tamborín y arpa” (Gén 31:27); una bienvenida al hogar “con panderos y danzas” (Jue 11:34; comp. Luc 15:25). Las canciones o cánticos de los que cavaban pozos (Núm 21:17-18), de los que trabajaban en lagares (Jer 48:33) y tal vez de los guardias (Isa 21:12) demuestran que la música acompañaba las tareas diarias.
La celebración musical bajo ciertas circunstancias daba como resultado condenación. El relato del regreso de Moisés del monte y su encuentro con el pueblo que cantaba y danzaba alrededor del becerro de oro (Éxo 32:17-19) es símbolo del quebrantamiento del pacto. El profeta Isaías censura a los ricos ociosos porque tienen “arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino” en las fiestas pero no prestan atención a las obras de Jehová (Isa 5:12). La burla de los licenciosos (Job 30:9) y la aclamación de los héroes (1Sa 18:6-7) se expresaban con cánticos.
Las victorias bélicas dieron lugar a numerosas canciones. El cántico de María, uno de los poemas más antiguos del AT, celebraba la derrota del faraón en el mar (Éxo 15:21). Jue 5:1-31 se eleva como testimonio musical del triunfo de Israel sobre Jabín, rey de Canaán. Estos versos se conocen como “el canto de Débora” y constituyen la celebración musical del relato de un acontecimiento. Los cánticos de victoria procedentes de los labios del vencedor (comp. Jue 15:16 donde aparece Sansón luego de matar a los filisteos) o de aquellos que reciben al triunfador de una batalla (comp. 1Sa 18:7) confirman que la música era un medio de expresión de gozo incontenible. La celebración se manifestaba en canción. Las emociones que podían verse limitadas por la prosa se expresaban mediante la poesía de la música tal como se observa en el lamento conmovedor de David ante la muerte de Saúl y Jonatán (2Sa 1:19-27).
En los primeros tiempos de la historia del AT pareciera que a la mujer se le otorgaba un lugar especial en la ejecución musical. María y Débora, ambas profetisas y esta última también jueza, estuvieron entre los primeros músicos de Israel. Jue 11:34 presenta a la hija de Jefté que recibía a su padre “con panderos y danzas” luego de la victoria contra los amonitas. Las voces de mujeres unidas por el canto proclamaban la valentía de David: “Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles” (1Sa 18:7). El hallazgo en tumbas egipcias de pinturas que muestran la danza de mujeres durante las festividades revela el papel que desempeñaban con la música del antiguo Cercano Oriente.
El establecimiento de la monarquía aprox. en el 1025 a.C., acompañado por la aparición de músicos profesionales, introdujo una nueva dimensión en la tradición musical de la antigua Israel. Egipto y Asiria, naciones vecinas de Israel, ya de antiguo conocían la tradición de los músicos profesionales. Estos oficiaban tanto en la corte (1Re 1:34; 1Re 1:39-40; 1Re 10:12; Ecl 2:8) como en rituales religiosos. Una inscripción asiria donde se elogia la victoria del rey Senaquerib sobre el monarca Ezequías de Judá menciona la inclusión de músicos, tanto hombres como mujeres, como parte del tributo llevado a Nínive.
Si bien aún persiste la incertidumbre en cuanto a detalles de la adoración en el templo, las referencias bíblicas proporcionan ciertas pautas respecto al papel que desempeñaba la música en el culto. Como un himno que proclama la intervención futura de Dios en la tierra, el Sal 98:1-9 invita a utilizar música para acompañar la alabanza:
“Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;
Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.
Cantad salmos a Jehová con arpa;
Con arpa y voz de cántico.
Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,
Delante del rey Jehová” (vv. Sal 98:4-6).
La adoración incluía sonido de trompetas (comp. Núm 10:10) y cánticos de acción de gracias, expresiones de alabanza y ruegos luego de ofrecer sacrificios (2Cr 29:20-30).
Los salmos no solo exhiben el espectro emocional de la música que va desde el lamento hasta la alabanza sino que también proporcionan palabras para algunas canciones en la adoración en el templo. Los títulos de algunos salmos hacen referencia a personas (por ej., “los hijos de Coré”) que iniciaron gremios de músicos que evidentemente estaban dedicados a la disciplina de la música litúrgica.
Durante el exilio babilónico surgió la pregunta: “¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños?” (Sal 137:4). El Sal 137:1-9 alude además a la exigencia de los babilonios a los cautivos hebreos: “Cantadnos algunos de los cánticos de Sion” (v. Sal 137:3). El retorno del exilio y la restauración del templo fueron testigos de la reanudación de la actividad en la música litúrgica de los descendientes de los músicos levíticos originarios (comp. Esd 2:40-41). La declaración de Strabo donde dice que las jóvenes cantantes de Palestina eran consideradas las más melodiosas del mundo demuestra que la música continuó siendo importante en Israel durante la época helenista.
Las estructuras de los salmos proporcionan elementos para conjeturas sobre las características de la interpretación vocal. Dentro de las pautas de interpretación se encuentran refranes (tales como “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas” en el Sal 24:7), aclamaciones como “Aleluya”, y también divisiones en estrofas. El recurso comúnmente empleado del paralelismo poético, donde un pensamiento se relaciona con otro en forma sinónima o antitética, proporciona pruebas adicionales para suponer cuáles eran las características de la interpretación musical. Las interpretaciones antifonales y donde un grupo respondía a otro posiblemente fueran formas de interpretación.
Dado que muchos títulos de los Salmos no son suficientemente claros, en términos generales se puede hablar de cinco clases de datos: títulos que identifican salmos con personas o grupos de personas (Sal 3:1-8; Sal 72:1-20; Sal 90:1-17); títulos que pretenden dar información histórica del salmo, en particular con relación a David (Sal 18:1-50; Sal 34:1-22); títulos que contienen información musical (Sal 4:1-8; Sal 5:1-12); títulos con información litúrgica (Sal 92:1-15; Sal 100:1-5), y títulos que designan el “tipo” de salmo en cuestión (Sal 120:1-7, “Cántico gradual”; Sal 145:1-21, “Salmo de alabanza”).
Casi 2/3 de los salmos poseen títulos con términos que indican a qué colección pertenecen, quién los recopiló y quién los escribió. El que más se menciona es David, a quien la tradición bíblica lo describe como compositor, intérprete de instrumentos, músico de la corte y danzarín. Se mencionan otros personajes tales como los hijos de Coré, Asaf, Salomón, Hemán ezraíta, Etán ezraíta, Moisés y Jedutún.
La palabra “salmo” deriva de la traducción griega del término hebreo mizmor y se aplica a aprox. 57 canciones. Consiste en un término técnico que aparece solo en el Salterio y alude a cantos con acompañamiento instrumental. Otros términos que indican la clase de salmo son shiggaion (Sal 7:1-17), que a veces se aduce que se refiere a un lamento; miktam (Sal 16:1-11; Sal 56:1-13; Sal 57:1-11; Sal 58:1-11; Sal 59:1-17; Sal 60:1-12), que se relaciona con el término acadio que significa “cubrir”; maskil (Sal 78:1-72), cuyo significado aún se desconoce. Alrededor de 30 salmos incluyen en el título la palabra “cántico” (heb. shir), además de las expresiones “cántico de alabanza”, “oración”, “canción de amores” y “cántico gradual”. Los títulos también incluyen términos que indican el objetivo litúrgico y el uso de un salmo en particular (por ej., “para acción de gracias”, “para recordar o conmemorar”, “para el día de reposo”).
Aproximadamente 55 salmos contienen en el título la expresión “al músico principal”. Otras expresiones musicales técnicas que se refieren a indicaciones sobre los tipos de interpretación son: “para instrumentos de cuerda” (neginot, Sal 4:1-8; Sal 6:1-10; Sal 54:1-7, tal vez para excluir instrumentos de percusión y de viento) y “para flautas” (nehilot), si bien ambos significados son dudosos. Tampoco es claro el significado de los términos higaion (quizás “toque musical”), seminit (“sobre la octava”, tal vez una octava más agudo) y “sobre gitit” (Sal 8:1-9; Sal 81:1-16; Sal 84:1-12).
Títulos tales como “Ajelet-sahar” (“sobre la espada del alba”) en el Sal 22:1-31 y “Lirios” en Sal 45:1-17; Sal 69:1-36; Sal 80:1-19 sugieren que estos salmos se cantaban con la melodía de otras canciones populares.
La interpretación del término Selah aún es incierta aunque aparece 71 veces en los Salmos. Las sugerencias van desde considerar el término según la traducción griega más antigua (por lo general se cree que indica una especie de interludio musical o cambio de intérpretes) hasta indicar una invitación a repetir el versículo, cantarlo en voz más alta o solicitarles a los adoradores que se arrodillen o hagan reverencia.
Instrumentos musicales
Las representaciones pictóricas, al igual que los restos de instrumentos provistos por los descubrimientos arqueológicos, hoy nos ayudan a saber con qué se ejecutaba la música. Un amplio espectro de elementos literarios coadyuvan a estas evidencias. Tanto en el AT como en el NT, en las traducciones más antiguas, en la literatura rabínica y patriarcal y en los escritos de autores romanos y griegos se encuentran descripciones y comentarios sobre los instrumentos musicales. No obstante, es necesario ser precavido en el uso de la información disponible dado que muchas identificaciones resultan dificultosas y, en el mejor de los casos, hipotéticas.
El instrumento musical que más se menciona en la Biblia es el “shofar” (cuerno de carnero). Si bien las referencias a este instrumento se reducen a dos o tres notas, el shofar (que se suele traducir “trompeta”) servía para dar indicaciones en tiempos de paz y de guerra (Jue 3:27; Jue 6:34; Neh 4:18-20). Su función principal era emitir ruidos, pero también se lo empleaba para anunciar las lunas nuevas y los días de reposo, advertir ante un peligro que se avecinaba e indicar que había muerto un miembro de la nobleza. El shofar es el único instrumento que aún hoy se ejecuta en las sinagogas. Su ejecución durante las celebraciones nacionales indica el papel notorio que desempeñaba en la vida de los israelitas (1Re 1:34; 2Re 9:13).
La trompeta era un instrumento alargado de metal con forma acampanada en un extremo. Su función era similar al shofar y se cree que emitía un sonido agudo y estridente. Las trompetas se ejecutaban de a dos y se consideraban instrumento de los sacerdotes (comp. Núm 10:2-10 para obtener una descripción de su uso; 2Cr 5:12-13 donde se mencionan aprox. 20 trompetistas). La trompeta se enumera entre los utensilios sagrados del templo y su sonido se escuchaba al comienzo de celebraciones y sacrificios (2Re 12:13; Núm 31:6).
El arpa era el instrumento de David y de los levitas (heb. kinnor) y se utilizaba en escenarios tanto seculares como sagrados (comp. Isa 23:16; 2Sa 6:5). Era un instrumento popular en todo el antiguo Cercano Oriente y se solía ejecutar para acompañar el canto. La cantidad de cuerdas de un arpa podía variar y por lo general esta tenía forma rectangular o trapezoidal.
El arpa era uno de los instrumentos favoritos de los egipcios. Si bien no se sabe con seguridad, el término hebreo nebel tal vez se refiera a una especie de arpa angulada con una caja de resonancia vertical o alguna otra clase. La tradición bíblica considera el nebel como instrumento ejecutado principalmente en las actividades religiosas que en pocas ocasiones se menciona en contexto secular (comp. Isa 5:12; Isa 14:11). Generalmente se lo asociaba con la aristocracia, razón por la cual se solía fabricar de madera o metales valiosos (1Re 10:12; 2Cr 9:11).
El instrumento de viento más popular del antiguo Cercano Oriente y el más importante de los religiosos era el chalil o “flauta” que también se ejecutaba en marcos seculares. Quizás la mejor descripción corresponda a un clarinete primitivo con dos tubos separados de caña, metal o marfil. Cada uno de estos tubos tenía una boquilla de caña simple o doble. Utilizado para expresar gozo (1Re 1:39-40) o tristeza (Jer 48:36; Mat 9:23), el chalil era fundamentalmente un instrumento secular que se ejecutaba en funerales y fiestas.
Otros instrumentos musicales que se mencionan en el texto bíblico son el tamboril (heb. tohp, a menudo un símbolo de alegría, Gén 31:27), los címbalos, las campanillas (probablemente cascabeles de metal sin badajos; Éxo 28:33-34; Éxo 39:25-26 donde aparecen adheridos a la túnica del sacerdote) y una especie de matraca que se traduce de diversas maneras, entre ellas címbalos (2Sa 6:5).
En el NT se mencionan la flauta, el arpa, los címbalos y la trompeta. El “metal que resuena” de 1Co 13:1 quizás corresponda a un instrumento característico mencionado en la literatura rabínica que se ejecutaba en bodas y festividades inundadas de gozo.
Danza
Movimiento rítmico generalmente realizado al compás de la música y que ocupaba un papel importante en la vida y la adoración israelitas. En el AT se emplean diversas palabras hebreas para expresar la idea de la danza que indican distintas clases de movimientos: andar saltando (raqad, Job 21:11), saltar y danzar (karar 2Sa 6:14; 2Sa 6:16), y quizás bailar dando vueltas (machol, Sal 30:11). Se describe como acción acompañada de instrumentos musicales y canto llevada a cabo por las mujeres cuando recibían en casa a los soldados victoriosos (1Sa 18:6). Ver Danzar; David; Levitas; Salmos, Libro de; Silo.

Kandy Queen-Sutherland