Significado de PLANTAS Según La Biblia | Concepto y Definición

PLANTAS Significado Bíblico

¿Qué Es PLANTAS En La Biblia?

Al tercer día de la creación, tal como se registra en Génesis, Dios le habló a la tierra para que produjera vegetación: que las semillas generaran plantas y árboles (Gén 1:11-12; comp. Gén 2:4-6). En Gén 1:29-30, Dios les dio las plantas y los árboles al hombre y a las criaturas que había creado, toda planta para que se alimentaran. Gén 2:9 dice que todo árbol era “delicioso a la vista, y bueno para comer”. A través de todo el AT y el NT se hace referencia a árboles, viñedos, arbustos, hierbas y hasta la grama. Adán y Eva “cosieron hojas de higuera” para hacer su primera vestimenta (Gén 3:7). Luego de la caída, Dios maldijo la tierra de modo que el hombre tuviera que luchar con las plantas indeseadas que contaminaban los campos que tenía que cuidar (Gén 3:17-18).
Algunas especies de plantas que se incluyen en la Escritura no se traducen fácilmente a nombres conocidos, por lo tanto, se han creado categorías de plantas. Se han notado similitudes en el uso y en la apariencia. Ver Flores.
El lirio y la rosa
Los labios rojos de Cnt 5:13 indican un “lirio” rojo, como un tulipán o una anémona escarlata. Otras referencias, como Cnt 2:1-2, se pueden referir al lirio virgen blanco (Lilium candidum), ahora muy escaso en la zona, al jacinto silvestre (Hyacinthus orientalis), al azafrán silvestre (la especie Croccus), o a la rosa de Isa 35:1-2. No se puede saber con precisión a qué “lirios” se refería Jesús (Mat 6:28; Luc 12:27). Pueden haber sido anémonas o cualquier flor silvestre llamativa como los crisantemos (Chrysanthemum coronarium).
Existe una dificultad parecida para identificar a la “rosa” bíblica. La “rosa de Sarón” (Cnt 2:1) se ha equiparado con la anémona, la jara, el narciso, el tulipán y el azafrán.
Los juncos
Ciertas plantas acuáticas se pueden distinguir a partir de las diversas palabras hebreas que se usan. Es probable que las siguientes especies sean aquellas a las que se hace alusión en la Biblia.
Junco común
(Phragmites communis); forma grandes matorrales en aguas poco profundas o en arenas húmedas salitrosas. Es probable que a Jesús le hayan dado la flor en forma de penacho como una burla (Mat 27:29). Las plumas para escribir (3Jn 1:13) se hacían con tallos parecidos al bambú.
Junco de papiro
(Cyperus papyrus); también crece en aguas poco profundas en lugares cálidos como el Lago Huleh y a lo largo del Nilo, pero ahora está extinguido en Egipto a no ser que se lo cultive. Es alto y triangular; los tallos esponjosos se usaban para hacer balsas (Isa 18:1-2), cestos (Éxo 2:3), y papel de papiro sobre el que se puede haber escrito gran parte de la Biblia.
Enea o espadaña
(Typha domingensis); se asocia frecuentemente con los juncos mencionados anteriormente y parece haber sido la variedad entre la cual escondieron a Moisés (Éxo 2:3). Muchas veces se la llama enea, pero el árbol de enea (Scirpus lacustris) es un junco con tallos esbeltos que también se encuentra en lagos y lagunas.
Las espinas
La corona de espinas de Jesús ha llevado a los eruditos a dos arbustos conocidos como “corona de Cristo” (Ziziphus spina-christ, Paliurus spina-christi). El primero crece cerca del Mar Muerto próximo a Jerusalén (Mat 27:29; Mar 15:17; Jua 19:5), mientras que el último crece recién en las cercanías de Siria. Sin embargo, en los tiempos bíblicos puede haber crecido en los montes de Judea. Algunos autores consideran que la especie en cuestión es la pimpinela espinosa común (Poterium o Sarcopoterium spinosum).
Incluso en la actualidad, nadie puede andar mucha distancia por la Tierra Santa sin ver malezas espinosas. La tierra está maldita con ellas (Gén 3:18; Núm 33:55). Se han usado muchas palabras hebreas diferentes para distinguirlas, y a algunas se las puede identificar. Las espinas son, en general, plantas leñosas como la acacia, el lycium, el ononis, el prosopis, el rubus, el sarcopoterium, en tanto que los cardos son herbáceas, como la centáurea, el notobasis, el silybum. Estas últimas pueden haber sido las “espinas” que ahogaron las semillas en la parábola de Jesús (Mat 13:7).
Plantas fragantes
En los tiempos bíblicos, las plantas con aromas fuertes incluían las siguientes especies:
La casia y la canela
se identifican tradicionalmente con los árboles del lejano oriente, el Cinnamomum cassia y el C. zeylanicum. La corteza molida se utilizaba en el aceite santo de la unción para los sacerdotes (Éxo 30:24), y la canela se usaba para los perfumes (Pro 7:17; Apo 18:13).
El cálamo aromático o caña dulce
(Acorus calamus) era el rizoma seco de esta planta acuática importada de zonas templadas de Asia que se usaba para perfume (Isa 43:24 NVI).
El gálbano
, resina de aroma muy fuerte que se quemaba como incienso (Éxo 30:34), se obtenía del tallo de la Ferula galbaniflua, un pariente del perejil que crece en las áridas colinas de Irán.
La alheña
(Lawsonia inermis); se molían las hojas y se utilizaban como perfume (Cnt 1:14) y como tintura amarilla para la piel, las uñas y el cabello. Es un arbusto subtropical con flores blancas.
El hisopo
, utilizado para la limpieza ritual (Lev 14:4; Lev 14:49) y para rociar la sangre en el tabernáculo (Éxo 12:22), probablemente haya sido la mejorana blanca (Origanum syriacum o Majorana syriacum) que crece comúnmente en lugares rocosos y se la relaciona con la menta. Ver Hisopo.
El mirto
(Myrtus communis) o arrayán es un arbusto con hojas fragantes y flores blancas que se encuentra a menudo en lugares llenos de arbustos. Se prefería especialmente para hacer las viviendas temporales en campo abierto durante la fiesta de los tabernáculos (Lev 23:40; Neh 8:15).
La ruda
(Ruta chalepensis) crece en los montes de la Tierra Santa como un arbusto bajo y desordenado con hojas de un olor penetrante. Jesús se refiere a esta planta al mencionar que se diezmaba (Luc 11:42).
El nardo
era un aceite perfumado y costoso (Cnt 4:13-14; Jua 12:3) que se obtenía tanto de las hojas de una grama del desierto (Cymhybopogon schoenanthus) o, tradicionalmente, de su pariente valeriana Nardostachys jatamansi de los Himalayas.
El estacte
era una de las especias aludidas en Éxo 30:34 que debía usarse en el incienso; puede ser la resina del bálsamo de Galaad (Commiphora gileadensis) del sur de Arabia.
Hierbas culinarias
Las hierbas amargas para la Pascua son ciertas plantas silvestres con hojas de sabor fuerte. El ajenjo, planta del desierto (Artemisia) también era amarga y representaba dolor y sufrimiento (Pro 5:4 Lam 3:15; Lam 3:19).
El culantro o coriandro
(Coriandrum sativum) proporciona tanto hojas para ensalada como semillas picantes (Éxo 16:31), y los israelitas lo compararon con el maná del desierto (Núm 11:7). También se lo llama cilantro.
El comino (Cuminum cyminum y el eneldo (Anethum graveolens), así como el coriandro, son miembros de la familia del perejil con semillas picantes (Isa 28:25-27; Mat 23:23).
El comino negro
(Nigella sativa) es una planta anual con semillas negras oleosas que se dañan con facilidad al cosecharla (Isa 28:25-27).
La menta
(Mentha longifolia) era una hierba popular para condimentar, de la cual algunos líderes judíos daban el diezmo (Luc 11:42).
La mostaza
(Brassica nigra), bien conocida por sus semillas de sabor picante, es aquella a la que Jesús se refiere por tener semillas pequeñas que se convierten en un árbol (Mat 13:31-32).
El azafrán
(Crocus sativus), polvo amarillo preparado de los estigmas de la planta que se usa como condimento suave (Cnt 4:14), medicina, y colorante para la comida.
El incienso y la mirra son resinas de ciertos árboles que crecen en tierras áridas al sur de Arabia y al norte de África.
El incienso es una resina blanca o incolora que producen varias especies de la Boswellia, principalmente la B. sacra, un arbusto o árbol pequeño que crece a ambos lados del Mar Rojo. La resina se obtiene cortando las ramas y recogiendo las “lágrimas” exudantes que se queman como incienso en los ritos religiosos o como fumigante personal. En la Biblia, el incienso se prescribía para la mezcla del incienso santo (Éxo 30:31; Éxo 30:34; Luc 1:9). Los magos también se lo llevaron al niño Jesús, junto con oro y mirra (Mat 2:11).
La mirra es una resina de color rojizo que se obtiene de un arbusto espinoso, el Commiphora myrrha, de una manera similar al incienso. Por lo general, a esta resina no se la quemaba sino que se la disolvía en aceite y se la ingería o se le daba usos medicinales y cosméticos (Sal 45:8; Mat 2:11).
Plantas medicinales
Muchas hierbas medicinales se obtenían en colinas y valles donde crecían las plantas silvestres. La gente del lugar conocía mucho sobre plantas de la zona, pero estas hierbas comunes no se mencionan de manera especial en la Biblia. Se hace referencia a algunas medicinas especiales importadas. Ver Incienso y mirra más arriba.
El áloe
del NT (Aloe vera) era una planta suculenta con hojas largas en forma de espada y bordes dentados, y flores erguidas de una altura de hasta 90 cm (3 pies), importadas de Yemen. La savia amarga se usaba como medicina y para embalsamar (Jua 19:39). En el AT, el áloe alude a una costosa madera fragante obtenida de un árbol tropical de la India llamado palo de áloe (Aquilaria agallocha).
El bálsamo
(Gén 37:25) es un término general correspondiente a un ungüento medicinal preparado con plantas resinosas como la jara (Cistus laurifolius) que produce el ládano. El bálsamo de Galaad u opobálsamo surge del Commiphora gileadensis, un arbusto sin espinas de tierra seca del sur de Arabia que, según se dice, Salomón cultivó en En-gadi cerca del Mar Muerto (Cnt 5:1, “aromas”). Los ismaelitas importaban la resina junto con el bálsamo (Gén 37:25). La extraían de raíces que cortaban de un arbusto espinoso (Astragalus tragacanth) que crecía en las secas laderas de los montes iraníes.
Algunas plantas, como la calabaza Citrullus colocynthis, podía ser una purga medicinal si se la administraba en pequeñas cantidades pero, de otro modo, era un veneno amargo (2Re 4:39-40).
Cereales para el pan
Los ciudadanos adinerados hacían el pan principalmente de trigo, pero los pobres tenían que contentarse con la cebada común (2Re 4:42; Jua 6:9). No se cultivaban otros cereales, de modo que estos eran el “maíz” del AT. En cambio, en los tiempos del NT se introdujo el sorgo. El arroz llegó más tarde y los maizales no llegaron hasta que se descubrió América.
El trigo
(trigo escandia Triticum dicoccum; trigo de pan T. aestivum) es un cultivo anual que crece alrededor de 90 cm (3 pies), aunque las variedades primitivas eran más altas en tierra rica y poseían espigas barbadas.
Los granos de trigo son duros, secos y fáciles de almacenar en graneros como hizo José en Egipto antes de la época de hambruna (Gén 41:49). Era importante retener semillas para sembrar (Gén 47:24), pero los granos de las antiguas tumbas no germinan. Ver Pan.
La cebada
(Hordeum vulgare) tolera una tierra más pobre que el trigo, es más baja, tiene espigas barbadas y se cosecha más rápido (Éxo 9:31-32). También se usaba para destilar cerveza y como forraje para los caballos y el ganado (1Re 4:28). A veces a la cebada se la comía tostada como grano tostado (Rut 2:14).
El trigo y la cebada que quedaba luego de trillar se usaba como combustible (Isa 47:14), y la paja delgada para calentar el horno inmediatamente.
Frutas
 
Los olivos
(Olea europaea) son pequeños árboles de cultivo, redondeados y con hojas angostas color verde grisáceo y flores diminutas color crema que florecen en mayo. Los frutos con carozo maduran hacia fines del verano y se conservan en salmuera, ya sea sin madurar como aceitunas verdes o maduros como aceitunas negras. Sin embargo, la mayor parte de la cosecha se juntaba para obtener el aceite de oliva. Ver Aceite.
Las vides
(Vitis vinifera) crecían en viñedos o solas como parrales para sombra alrededor de las casas y en los patios; tienen ramas largas y flexibles con hojas lobuladas como zarcillos. Entre las hojas nuevas crecen cortos ramilletes al comienzo del verano y las numerosas florcitas se convierten en un racimo de uvas redondas y dulces que maduran, ya sea como frutos verdes o negros. Los frutos se comen frescos como uvas, o secos y almacenados como pasas (1Sa 30:12). El vino se preparaba con el jugo fermentado. Ver Vino.
La higuera
común (Ficus carica) tiene un tronco corto y robusto, ramas y ramitas gruesas que dan hojas toscamente lobuladas y ásperas (Gén 3:7). Los frutos redondeados maduran durante el verano. Estos higos dulces tienen numerosas semillitas en su cavidad interior. Los higos frescos se preferían como frutas tempranas (Isa 28:4; Jer 24:2), pero también se los podía secar muy bien para almacenarlos en forma de tortas para uso futuro (1Sa 25:18; 1Sa 30:12). Jesús se refirió varias veces a los higos y a las higueras (Mat 7:16; Luc 21:29-31).
Otra clase de higuera, el sicómoro (Ficus sycomorus), crecía en Egipto y en las zonas más cálidas de la Tierra Santa. Este árbol grande tenía, por lo general, ramas que crecían desde abajo, como las que le permitieron a Zaqueo, que era de baja estatura, treparse para ver a Jesús que pasaba por las calles de Jericó (Luc 19:4)
El fruto jugoso de la granada (Punica granatum), más o menos del tamaño de un balón de tenis, está lleno de semillas y una pulpa dulce. Se desarrolla a partir de unas hermosas flores escarlata que cubren el arbusto tupido en primavera. Los granados crecen, por lo general, en jardines y junto a las casas (Deu 8:8; Cnt 6:11). Moisés recibió instrucciones de bordar granadas en las orlas de las túnicas de los sacerdotes (Éxo 28:33), y sus formas adornaban las columnas del templo de Salomón en Jerusalén (1Re 7:18; 2Cr 3:16). En los tiempos bíblicos solo una palmera, la palmera datilera (Phoenix dactylifera), daba fruto. Este árbol muy alto con tronco tosco sin ramas y terminación en un penacho de grandes hojas como plumas, da mejores frutos en las condiciones calurosas de los oasis del Mar Muerto. Por lo tanto, a Jericó se la conocía como la ciudad de las palmeras (Jue 1:16). Los israelitas errantes llegaron a Elim, donde había 70 palmeras (Éxo 15:27). El salmista lo consideraba un árbol tan magnífico que lo comparó con los justos que florecen (Sal 92:12). Apo 7:9 alude al uso simbólico de hojas de palmera (“palmas”) que denotan victoria, como cuando Jesús entró a Jerusalén y la gente alfombró su paso con estas hojas (Jua 12:13).
Una fruta cuestionable es la que la Biblia llama “manzana” o “manzano” (Pro 25:11; Cnt 2:3; Cnt 2:5; Cnt 7:8; Cnt 8:5; Joe 1:12). Podría ser posible, pero es poco probable que en épocas tan tempranas se encontraran variedades tan finas de manzanas.
Frutos secos
Eran secos, duros y con semillas, a diferencia de los frutos más suculentos descritos más arriba.
La fruta seca bíblica más importante era la almendra (Prunus dulcis), de un árbol pequeño con encantadoras flores blanquecinas que aparecen al comienzo de la primavera antes de que hayan brotado las hojas. Actualmente son populares ya sea frescas o como mazapán; el fruto se encuentra dentro de una cáscara gruesa y muy dura. Los hermanos de José fueron los que llevaron las almendras a Egipto (Gén 43:11). La vara de Aarón floreció y dio almendras de la noche a la mañana, y así demostró que él era el hombre escogido por Dios para ayudar a Moisés (Núm 17:8). El candelero santo tenía copas en forma de flores de almendro (Éxo 25:33; Éxo 37:19).
El nogal (Juglans regia) se originó en la región del Caspio y es probable que no se lo haya plantado en la región mediterránea oriental sino hasta después del período bíblico. Sin embargo, es posible que Salomón los hubiera plantado en su huerto (Cnt 6:11). El árbol crece hasta una altura considerable. Las hojas son compuestas y las nueces oleosas comestibles parecen un cerebro en miniatura, de allí su antiguo nombre Jovis glans y la adaptación científica Juglans.
Vegetales
Los israelitas errantes anhelaban tener vegetales en el desierto luego de haber salido de Egipto (Núm 11:5). Se mencionan cebollas, puerros y ajos, como también pepinos y melones. En muchos lugares leemos de lentejas y otras legumbres (2Sa 17:28; Dan 1:12).
Las cebollas (Allium cepa) son los bulbos que nosotros conocemos en el presente. Son blancos o púrpura y crecen rápidamente de semillas en una temporada. Los puerros (Allium porrum) forman un bulbo parecido. Se cocinan o se cortan las hojas en trozos. El ajo (Allium sativum) es una cebolla de sabor fuerte que produce un bulbo compuesto por dientes separados.
Los pepinos del Egipto bíblico eran más probablemente melones Cucumis melo, que tenían trazos longitudinales en el exterior. Los melones eran las sandías (Citrullus lanatus) y no los melones jugosos o los rocío de miel que son de origen americano y ahora crecen extensamente en el Medio Oriente.
En los tiempos bíblicos se cultivaban variados porotos o legumbres, en especial lentejas (Lens culinaris) en las regiones más áridas. El potaje o guisado rojo de lentejas le permitió a Jacob obtener la primogenitura de Esaú (Gén 25:29-34). Las plantas de lentejas son pequeñas y esbeltas, con flores parecidas a guisantes y pequeñas vainas chatas que contienen dos semillas. De las otras legumbres, las habas (Vicia faba) y los garbanzos (Cicer arietinum) eran importantes y pueden haber sido los vegetales que Daniel y sus amigos comieron en Babilonia (Dan 1:12).
Árboles
Desde Génesis hasta Apocalipsis, los árboles ocupan un lugar especial, tanto de manera objetiva como simbólica. Se pueden dividir en grupos de acuerdo a su hábitat natural.
Árboles de regiones secas y desérticas
La lluvia es imprevisible y los árboles pueden estar restringidos a cursos de agua secos donde permanece el agua residual.
En Sinaí crecen varias especies de acacias (shittim, utilizando la palabra hebrea). Su madera se usó para la construcción del tabernáculo de reunión (Éxo 25:1-40). Por lo general, son árboles con la copa achatada que poseen grandes espinas.
El tamarisco (especie Tamarix) es un arbusto o árbol pequeño con ramitas delgadas, hojas escamosas y flores rosadas y blancas que crecen en lugares salitrosos del desierto. Abraham plantó uno en Beerseba (Gén 21:33 NVI).
Árboles de arroyos, ríos y lagos
En estos hábitats, por lo general el agua se encuentra disponible todo el año.
La adelfa, hoy conocido como laurel de jardín (Nerium oleander), es un arbusto erecto con hojas largas, delgadas, venenosas y perennes que da hermosas flores rosadas o blancas en verano. Aunque se lo puede encontrar en los lechos de los ríos en tierras secas, también crece en pantanos y arroyos como los del Monte Carmelo. Puede tratarse de las “rosas” de Jericó y de las “rosas” plantadas junto al arroyo (Sir 24:14; Sir 39:13). Incluso algunas de las referencias a los sauces pueden corresponder a las adelfas o laureles de jardín.
El plátano (Platanus orientalis) es un árbol grande con corteza que se desmenuza y hojas en forma de dedos. Sus diminutas flores están en racimos en varias bolsas colgantes. Se los puede encontrar en los lechos rocosos de los arroyos. Fue una de las varas que Jacob descortezó (Gén 30:37; también Eze 31:8).
El álamo (Populus euphratica) es otro de los árboles que Jacob descortezó (Gén 30:37). Crece junto al agua, en especial junto a los ríos Éufrates y Jordán. Es un árbol alto con hojas que se sacuden y numerosos retoños alrededor de la base. El álamo blanco (P. alba) o el estoraque (Styrax officinalis) probablemente crecía en las montañas (Ose 4:13).
El sauce (Salix acynophylla), al igual que el álamo, echa raíces fácilmente en lugares húmedos, pero no es tan alto y por lo general tiene hojas largas y angostas (Job 40:22; Isa 44:4; Eze 17:5).
Árboles de colinas y planicies
En los tiempos bíblicos, y ciertamente antes de que los israelitas conquistaran Canaán, las colinas de la Tierra Santa eran arboladas, en tanto que el Líbano era famoso por sus densos bosques. La agricultura, la construcción de terrazas en las colinas, el pastoreo de ovejas y cabras, y la constante demanda de combustible y madera han dejado pocos bosques en la actualidad. En muchos lugares solo quedan árboles aislados. Hasta hace poco, incluso las planicies entre el Mediterráneo y las colinas estaban cubiertas de robles.
El ciprés (Cypressus sempervirens) es una conífera densa de bosque con ramas típicas que se expanden, aunque por lo general se lo ve como un árbol alto y estrecho plantado junto a los cementerios. Las referencias en la Biblia con respecto a las coníferas son confusas, pero es evidente que en Isa 40:20; Isa 60:13 se refiere al ciprés, entre otros.
El cedro (Cedrus libani), el famoso cedro del Líbano, crecía en extensos bosques de coníferas que ahora tristemente han quedado diezmados. Los robustos árboles de copa achatada proporcionaban excelente madera que se usó para la casa de David (2Sa 5:11) y para el templo de Salomón (1Re 5:6-10), como así también para la reconstrucción luego del exilio (Esd 3:7).
La encina (Quercus species) proporciona excelente madera para barcos (Eze 27:6) y otras construcciones, aunque la coscoja perenne por lo general no crece más alta que un arbusto. La encina de hojas caducas sigue formando bosques en algunos montes de Palestina, tales como en el Carmelo, en Neftalí y en Basán (Isa 2:13). Las encinas se usaban para marcar tumbas (Gén 35:8), como mojones (1Sa 10:3), o para ceremonias sacrílegas (Ose 4:13).
El pino (Pinus halepensis), en especial el pino carrasco (Aleppo pineis), es una conífera alta con largas hojas en forma de aguja y piñas que contienen semillas aladas. La madera es maleable y se usa para construcción; probablemente sea el árbol al que se alude en Isa 44:14.
Árboles extranjeros
Las expediciones dieron como resultado maderas raras durante el período del AT, y en los tiempos del NT las maderas extranjeras entraban a través de las rutas normales de comercio.
La madera que tradicionalmente se identifica como madera de sándalo (Pterocarpus santalinus), Salomón la importaba de Ofir a Judá por medio de la flota de Hiram (1Re 10:10-11). Provenía del Líbano (2Cr 2:8), en cuyo caso pudo haber sido el abeto de Cilicia (Abies cilicia) o el enebro de Grecia (Juniperus excelsa).
Eze 27:15 relaciona el ébano con los colmillos de marfil importados. El ébano negro rojizo de Egipto era un árbol leguminoso africano, Dalbergia melanoxylon, en tanto que posteriormente el nombre se transfirió al Diospyros ebenum asiático, que tiene madera negra azabache. Ver Enebro; Hiel; Palmeras; Retama.

F. Nigel Hepper