Significado de PRÓJIMO Según La Biblia | Concepto y Definición

PRÓJIMO Significado Bíblico

¿Qué Es PRÓJIMO En La Biblia?

La Biblia registra gran cantidad de instrucciones sobre cómo tratar al prójimo, pero poca definición en cuanto a qué o quién se ubica dentro de esa condición. El término se emplea por primera vez en Éxodo de una manera que va más allá de las fronteras étnicas o nacionales cuando los israelitas iban a tomar prestadas joyas de oro y plata de los egipcios (Éxo 3:22; Éxo 12:36). En este caso, las mujeres de Israel quienes debían dirigirse a sus amigas y vecinas egipcias para pedirles joyas de metales preciosos.
Después de esas referencias, el resto de los textos del Antiguo Testamento sobre el prójimo son mandatos positivos, como “deberá compartirlo con sus vecinos más cercanos” al hablar de la comida de la Pascua (Éxo 12:4 NVI), y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lev 19:18), o mandamientos expresados en forma negativa. Dichos mandamientos incluyen la prohibición de dar falso testimonio y codiciar (Éxo 20:17-18), modificar los límites de las propiedades y defraudar de algún otro modo a la persona que vive en las inmediaciones (Lev 19:13). Varias enseñanzas que aparecen en el libro de Proverbios y en los escritos de los profetas se refieren a actitudes y acciones apropiadas para con el prójimo.
Que ciertas instrucciones fueran de naturaleza nacional explica claramente la manera de pensar de Jesús cuando se refirió o enseñó acerca del trato que se les debía proporcionar a los prójimos “indeseables”. Por ejemplo, la usura no se le podía aplicar a un préstamo efectuado a un prójimo pero sí se permitía en el caso de extranjeros.
Si bien los samaritanos vivían sumamente cerca de los judíos en la época del NT, en el aspecto social no se los consideraba prójimos. Cuando Jesús le habló a la mujer samaritana en Sicar (Jua 4:1-54), inicialmente tanto ella como los discípulos se sintieron incómodos por ese contacto.
La enseñanza más importante para definir al prójimo surgió de la respuesta de Jesús a la pregunta “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús respondió con el relato de la parábola del buen samaritano, donde se describía a este último como el prójimo misericordioso. Jesús le dijo al hombre que fuera e hiciera lo mismo (Luc 10:37).

Douglas K. Wilson (h) y Kimberly P. Wilson