¿Qué Significa NOMBRE En La Biblia Según El Diccionario Bíblico Online?
Palabra o frase con la que se designa a una persona o cosa (animal, planta, lugar u objeto) para distinguirla de las demás; también puede referirse a la reputación de la persona o a la propia persona.“Toda familia en el cielo y en la tierra debe su nombre” a Jehová Dios. (Efe 3:14-15.) Él creó la primera familia humana y permitió que Adán y Eva tuvieran hijos; por lo tanto, los linajes terrestres deben su nombre a Jehová. Es asimismo el Padre de su familia celestial, y tal como llama a todas las incontables estrellas por sus nombres (Sal 147:4), sin duda también dio nombres a los ángeles. (Jue 13:18.)Un ejemplo interesante de cómo se dio nombre a algo completamente nuevo es el del maná milagroso. Cuando los israelitas lo vieron por primera vez, exclamaron: “¿Qué es?” (¿Man hu??). (Éxo 16:15.) Al parecer, por esta razón lo llamaron “maná”, que probablemente significa “¿Qué es?”. (Éxo 16:31.)Respecto al origen de determinados nombres, su raíz y significado, los especialistas tienen opiniones muy diversas. Por esta razón el significado de los nombres bíblicos varía de una fuente de información a otra. En esta publicación se ha tomado la propia Biblia como autoridad principal para determinar el significado de los nombres. Un ejemplo es el significado del nombre Babel. En Gén 11:9 Moisés escribió: “Por eso se le dio el nombre de Babel, porque allí había confundido Jehová el lenguaje de toda la tierra”. En este pasaje Moisés relaciona “Babel” con la raíz verbal ba-lál (confundir), lo que indica que el nombre significa “Confusión”.Los nombres bíblicos consisten en una sola voz, en frases o hasta en oraciones. Los nombres con más de una sílaba a menudo tienen una forma abreviada. Cuando la Biblia no especifica el origen de un nombre, se ha procurado determinar su raíz o elementos que lo integran con la ayuda de diccionarios modernos acreditados. Por ejemplo: para determinar las raíces de los nombres hebreos y arameos, se han empleado el Lexicon in Veteris Testamenti Libros (de L. Koehler y W. Baumgartner, Leiden, 1958) y la revisión aún incompleta de dicha obra; y para los nombres griegos se ha empleado principalmente la novena edición de A Greek-English Lexicon (de H. G. Liddell y R. Scott, revisión de H. S. Jones, Oxford, 1968). Luego se han dado a esas raíces los significados que se hallan en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Por ejemplo: el nombre Elnatán se compone de las raíces ?El (Dios) y na-thán (dar), por lo que significa “Dios Ha Dado”. (Compárese con Gén 28:4, donde na-thán se ha traducido “ha dado”.)Nombres de animales y plantas. Jehová Dios concedió a Adán el privilegio de dar nombre a las criaturas inferiores. (Gén 2:19.) Los nombres que Adán puso probablemente eran descriptivos, como puede percibirse en algunos de los nombres hebreos de animales e incluso de plantas. La voz hebrea para “asno” (jamóhr), debe provenir de una raíz que significa “enrojecer”, con la que se hace referencia al color habitual del pelaje de este animal. El nombre hebreo de la tórtola (tohr o tor) debe imitar el arrullo “torrr torrr” que emite la citada ave. Al almendro se le llama “el que despierta”, al parecer por ser uno de los primeros árboles que florecen.Nombres de lugares y accidentes topográficos. Algunas veces los hombres dieron a los lugares sus propios nombres, los de sus hijos o los de sus antepasados. El asesino Caín construyó una ciudad y le puso el nombre de su hijo Enoc. (Gén 4:17.) Nóbah empezó a llamar a la ciudad conquistada de Quenat por su propio nombre. (Núm 32:42.) Después de capturar la ciudad de Lésem, los danitas la llamaron Dan, el nombre de su antepasado. (Jos 19:47; véase también Deu 3:14.)A los lugares comúnmente se les llamaba según los acontecimientos ocurridos en sus alrededores, como en el caso de altares (Éxo 17:14-16), pozos (Gén 26:19-22) y manantiales (Jue 15:19). Otros ejemplos son: Babel (Gén 11:9), Jehová-yiré (Gén 22:13-14), Beer-seba (Gén 26:28-33), Betel (Gén 28:10-19), Galeed (Gén 31:44-47), Sucot (Gén 33:17), Abel-mizraim (Gén 50:11), Masah, Meribá (Éxo 17:7), Taberá (Núm 11:3), Quibrot-hataavá (Núm 11:34), Hormá (Núm 21:3), Guilgal (Jos 5:9), la llanura baja de Acor (Jos 7:26) y Baal-perazim (2Sa 5:20).En algunas ocasiones se denominaba a los lugares, montañas y ríos por sus características físicas. Las ciudades de Gueba y Guibeah (ambas significan “Colina”) probablemente obtuvieron sus nombres debido a que estaban ubicadas en colinas. La cordillera del Líbano (que significa “[Montaña] Blanca”) puede haber recibido su nombre debido al color claro de sus laderas y cimas de piedra caliza, o porque sus cumbres están cubiertas de nieve durante la mayor parte del año. En otros casos, al nombre de las ciudades y pueblos se les añadían los prefijos “en” (fuente, o manantial), “beer” (pozo) y “abel” (cauce) cuando estaban situados en la proximidad de tales lugares.Otros nombres se derivaban de características, como el tamaño, la ocupación y los productos agrícolas. Algunos ejemplos son: Belén (que significa “Casa de Pan”), Betsaida (Casa del Cazador [o, Pescador]), Gat (Lagar) y Bézer (Lugar Inaccesible).También se empleaban los nombres de animales y plantas, muchos en forma compuesta. Entre estos estaban: Ayalón (que significa “Lugar de la Cierva; Lugar del Ciervo”), En-guedí (Fuente [Manantial] del Cabrito), En-eglaim (Fuente [Manantial] de Dos Terneros), Aqrabim (Escorpiones), Baal-tamar (Dueño de la Palmera) y En-Tapúah (Fuente [Manantial] de la Manzana [Manzano]).“Bet” (casa), “baal” (dueño; amo) y “quiryat” (ciudad) frecuentemente constituían la parte inicial de los nombres compuestos.Nombres de personas. Al principio de la historia bíblica se daba nombre a los hijos al tiempo de nacer, pero los niños hebreos recibían el nombre cuando se les circuncidaba, al octavo día de su nacimiento. (Luc 1:59; Luc 2:21.) Por lo general, eran el padre o la madre quienes daban nombre al recién nacido. (Gén 4:25; Gén 5:29; Gén 16:15; Gén 19:37-38; Gén 29:32.) Una excepción notable, sin embargo, fue el hijo que les nació a Boaz y Rut. Las vecinas de Noemí, la suegra de Rut, le llamaron Obed (que significa “Siervo; Sirviente”). (Rut 4:13-17.) En algunas ocasiones los padres recibieron dirección divina en cuanto al nombre que debían poner a sus hijos. Entre estos estuvieron: Ismael (Dios Oye [Escucha]) (Gén 16:11), Isaac (Risa) (Gén 17:19), Salomón (de una raíz que significa “paz”) (1Cr 22:9) y Juan (equivalente español de Jehohanán, que significa “Jehová Ha Mostrado Favor; Jehová Ha Sido Benévolo”) (Luc 1:13).En particular los nombres que se pusieron por dirección divina solían tener un significado profético. Por ejemplo, el nombre del hijo de Isaías, Maher-salal-has-baz (que significa “¡Apresúrate, oh [o: Apresurándose al] Despojo! Él Se Ha Apresurado al Saqueo”), indicaba que el rey de Asiria sometería a Damasco y a Samaria. (Isa 8:3-4.) El nombre del hijo de Oseas, Jezreel (Dios Sembrará Semilla [Simiente]), predecía que la casa de Jehú tendría que rendir cuentas. (Ose 1:4.) Los nombres de los otros dos hijos de Oseas, Lo-ruhamá ([A Ella] No Se Le Mostró Misericordia) y Lo-ammí (No Mi Pueblo), indicaban que Jehová rechazaría a Israel. (Ose 1:6-10.) En lo que respecta al nombre del Hijo de Dios, Jesús (Jehová Es Salvación), era en sí mismo una indicación profética del papel que desempeñaría como el Salvador nombrado por Dios, o el medio de alcanzar la salvación. (Mat 1:21; Luc 2:30.)El nombre que se le daba a un niño con frecuencia reflejaba las circunstancias de su nacimiento o los sentimientos del padre o la madre. (Gén 29:32 a Gén 30:13, Gén 30:17-20; Gén 30:22-24; Gén 35:18; Gén 41:51-52; Éxo 2:22; 1Sa 1:20; 1Sa 4:20-22.) Eva llamó Caín (que significa “Algo Producido”) a su primogénito, pues dijo: “He producido un hombre con la ayuda de Jehová”. (Gén 4:1.) Eva consideró al hijo que le nació después del asesinato de Abel como un sustituto de este último, por lo que le puso por nombre Set (Nombrado; Puesto; Colocado). (Gén 4:25.) Isaac llamó a su hijo gemelo más joven Jacob (Que Ase el Talón; Suplantador), puesto que al nacer estaba asiendo el talón de su hermano Esaú. (Gén 25:26; compárese con el caso de Pérez, en Gén 38:28-29.)Algunas veces el nombre hacía referencia al aspecto del niño cuando nacía. Al hijo primogénito de Isaac se le llamó Esaú (Velludo) debido a su mucho vello, algo infrecuente en un recién nacido. (Gén 25:25.)Los nombres que se daban a los niños a menudo incluían la partícula “El” (que significa “Dios”) o una abreviatura del nombre Jehová. Tales nombres expresaban la esperanza de los padres, reflejaban su aprecio por habérseles bendecido con descendencia o reconocían algún aspecto de Dios. He aquí algunos ejemplos: Jehdeyá (posiblemente, Que Jehová Se Sienta Contento), Elnatán (Dios Ha Dado), Jeberekías (Jehová Bendice), Jonatán (Jehová Ha Dado), Jehozabad (probablemente, Jehová Ha Dotado), Eldad (posiblemente, Dios Ha Amado), Abdiel (Siervo de Dios), Daniel (Mi Juez Es Dios), Jehozadaq (probablemente, Jehová Pronuncia Justo) y Pelatías (Jehová Ha Provisto Escape).“Ab” (padre), “ah” (hermano), “am” (pueblo), “bat” (hija) y “ben” (hijo) se empleaban en nombres compuestos, como Abidá (Padre [Me] Ha Conocido), Abías ([Mi] Padre Es Jehová), Ahiézer (Mi Hermano Es un Ayudante), Amihud (Mi Pueblo Es Dignidad), Aminadab (Mi Pueblo Está Dispuesto [Noble; Generoso]), Bat-seba (Hija de Abundancia; posiblemente, Hija [Nacida en] el Séptimo [Día]) y Ben-hanán (Hijo del Que Muestra Favor; Hijo del Misericordioso). “Mélec” (rey), “adon” (señor) y “baal” (dueño; amo) también se combinaban con otras palabras para formar nombres compuestos, como Abimélec (Mi Padre Es Rey), Adonías (Jehová Es Señor) y Baal-tamar (Dueño de la Palmera).Los nombres comunes de animales y plantas también se usaron para dar nombre a las personas. Algunos de estos son Débora (Abeja), Dorcas o Tabita (Gacela), Jonás (Paloma), Raquel (Oveja), Safán (Damán) y Tamar (Palmera).La repetición de ciertos nombres en las listas genealógicas refleja la costumbre de dar a los hijos el nombre de algún pariente. (Véase 1Cr 6:9-14; 1Cr 6:34-36.) Debido a esta costumbre, los parientes y conocidos de Elisabet no querían que le pusiera a su hijo el nombre de Juan. (Luc 1:57-61; véase GENEALOGÍA [Repetición de nombres].)En el siglo I E.C. no era extraño que los judíos —en especial los que vivían fuera de Palestina o en ciudades con una población mixta de judíos y gentiles— tuvieran un nombre hebreo o arameo y otro latino o griego. Esta puede ser la razón por la que Dorcas se llamaba también Tabita y el apóstol Pablo, Saulo.A veces los nombres llegaron a considerarse un reflejo de la personalidad o tendencias características de sus portadores. Esaú dijo lo siguiente de su hermano: “¿No es por eso por lo que se le llama por nombre Jacob [Que Ase el Talón; Suplantador], puesto que me suplantaría estas dos veces? ¡Mi primogenitura ya la ha tomado, y, mira, en esta ocasión ha tomado mi bendición!”. (Gén 27:36.) Abigail hizo la siguiente observación con respecto a su esposo: “Porque, como es su nombre, así es él. Nabal [Insensato; Estúpido] es su nombre, y la insensatez está con él”. (1Sa 25:25.) Como Noemí pensaba que su nombre ya no era apropiado en vista de las calamidades que le habían sobrevenido, dijo: “No me llamen Noemí [Mi Agradabilidad]. Llámenme Mará [Amarga], porque el Todopoderoso me ha hecho muy amarga la situación”. (Rut 1:20.)Cambios de nombre o nuevos nombres. En algunas ocasiones se cambiaba el nombre de una persona o se le daba otro nuevo con algún propósito especial. Poco antes de morir, Raquel llamó a su hijo recién nacido Ben-oní (que significa “Hijo de Mi Duelo”), pero su desconsolado esposo, Jacob, le puso por nombre Benjamín (Hijo de la Diestra). (Gén 35:16-18.) Jehová cambió el nombre de Abrán a Abrahán (Padre de una Muchedumbre [Multitud]) y el de Sarai (posiblemente, Contenciosa), a Sara (Princesa), ambos nombres nuevos con un significado profético. (Gén 17:5-6; Gén 17:15-16.) Debido a su perseverancia en la lucha con un ángel, se le dijo a Jacob: “Ya no serás llamado por nombre Jacob, sino Israel [Contendiente (Perseverante) con Dios; o, Dios Contiende], porque has contendido con Dios y con hombres de modo que por fin prevaleciste”. (Gén 32:28.) Este cambio de nombre fue una muestra de la bendición de Dios y se confirmó con posterioridad. (Gén 35:10.) Por lo tanto, cuando las Escrituras hablan proféticamente de un “nombre nuevo”, se refieren a un nombre que represente apropiadamente a su portador. (Isa 62:2; Isa 65:15; Apo 3:12.)También se solían dar nuevos nombres a quienes ascendían a puestos de gobierno elevados o recibían privilegios especiales. Puesto que los que otorgaban estos nombres eran superiores, el cambio de nombre podía significar también la sumisión del portador del nuevo nombre a quien se lo había dado. Después de llegar a ser el administrador de alimento de Egipto, a José se le llamó Zafenat-panéah. (Gén 41:44-45.) El faraón Nekoh le cambió el nombre a Eliaquim cuando le hizo rey vasallo de Judá, y le llamó Jehoiaquim. (2Re 23:34.) De igual manera, cuando Nabucodonosor hizo vasallo a Matanías, le cambió el nombre por Sedequías. (2Re 24:17.) Daniel y sus tres compañeros hebreos, Hananías, Misael y Azarías, recibieron nombres babilonios cuando se les seleccionó en Babilonia para una preparación especial. (Dan 1:3-7.)Un acontecimiento posterior en la vida de una persona podía dar razón para que se le cambiase de nombre. Por ejemplo, a Esaú se le cambió el nombre a Edom (que significa “Rojo”) debido al color del guisado de lentejas por el que vendió su derecho a la primogenitura. (Gén 25:30-34.)Nombres de ángeles. La Biblia solo suministra el nombre personal de dos ángeles: Gabriel (que significa “Uno Físicamente Capacitado de Dios) y Miguel (¿Quién Es Como Dios?). Quizás fue con el fin de no recibir honra y veneración indebidas por lo que en ciertas ocasiones los ángeles no revelaron su nombre a las personas a quienes se aparecieron. (Gén 32:29; Jue 13:17-18.)
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NOMBRE En La Biblia – Significado de la Palabra y Su Historia Bíblica.