ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
Seguramente alguna vez te haz encontrado en esta situación, ¿Cómo lo enfrentaste?
Hoy la sociedad en que vivimos va muy acelerada y por tal motivo se ha presentado una nueva enfermedad, ?el estrésí. Esta enfermedad no respeta estatus social; políticos, empresarios, lideres, pastores, padres de familia, etc., todos caen en ella. Los especialistas dicen que está enfermedad proviene de mucho esfuerzo de trabajo y excesiva concentración. Los músculos se tensan de la misma presión y contrae todos los tendones. Incluso se ha presentado casos de invalides temporaria.
Muchos teólogos afirman que esto mismo padeció Jesús en el monte de los olivos, en el Gesetmani, tanto fue el sufrimiento que sobrellevo en su lomo que su cuerpo produjo que sus vasos capilares de hincharan y reventaran, produciendo gotas de sangre en todo su rostro. Muchos especialistas describen este suceso como el mayor sufrimiento de Jesús en su ministerio. En ese momento podríamos decir que se encontró entre la espada y la pared, tuvo una lucha entre hacer la voluntad divina o tomar una decisión humana ?Si es posible pasa de mi está copa?, y la mejor forma de salir de esa encrucijada fue decir: ? Pero no se haga mi voluntad sino la tuya?
Cuando nos encontremos entre la espada y la pared debemos acudir a Dios para que el nos de la decisión más adecuada según su voluntad, que por supuesto que será la mejor opción.
En la próxima ocasión que te encuentres entre la espada y la pared no dudes en decir ?Que se haga tu voluntad y no la mía?.
La voluntad de Dios siempre corre a favor nuestra.
Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor?
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogaran los riosí
Cantares 8:6-7
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