El Duelo Y Como Enfrentarlo: ¿Qué Dice La Biblia?

Todo tiene su tiempo… tiempo de llorar, tiempo de reír (Eclesiastés 3:1).

Algo que debemos entender es que el dolor llegara siempre a nuestras vidas, y lo hará de diferentes maneras. Es posible que sea por un problema en casa, por tu salud, porque perdiste el trabajo, o te abandonó «el amor de tus sueños». El dolor llegará siempre como olas siendo empujadas por el viento a la playa de tu vida. Así que, pase lo que pase, no te ahogues, ni te dejes llevar por la corriente del dolor.

Es válido sentir dolor y pena, pero por favor, no los ates a tu cuello. Deja que el peso del dolor te levante en vez de sofocarte, y si algo va a caer que sean tus miedos y tus lágrimas para continuar.

Cuando sentimos la pérdida de un ser querido, el duelo es algo inevitable, pero a la vez produce en nosotros un nuevo respirar, es como oxígeno que alivia el cuerpo. Pero el ciclo del duelo debe terminar, y debemos sobreponernos y seguir en frente. Hay 5 etapas del duelo y debemos entenderlas: negación, ira, negociación, tristeza y aceptación (hablaré de esto en otro escrito).

Mira lo que dijo el rey David:

«Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado (de protección) me infundirán aliento» (Salmo 23:4).

Por lo tanto, cuando llegues al final de este valle de sombra de muerte, podrás ver atrás con mayor gratitud y menos pena. En lugar de concentrarte en lo que has perdido, serás grato con lo que tienes. Tampoco debes tener miedo por esos momentos de alegría que aparecen en medio del dolor. La alegría cura nuestra alma y relaja la tensión de esos momentos estresantes, nos ayuda a dejar el dolor de lado y enfocar nuestra vida. Esto es como un bálsamo de sanidad. Por esto la Biblia nos dice: El corazón alegre constituye buen remedio; (Proverbios 17:22).

Algunos versículos bíblicos para leer con este devocional: Levítico 8–10, Mateo 25:31-46